Ah, cómo disfrutamos esos momentos mágicos en la playa, donde el sol acaricia nuestra piel y el susurro de las olas nos envuelve en una relajación absoluta. Seguro que en más de una ocasión has soñado con la idea de ir a la playa con tan solo un libro y tu protector solar favorito, ¿verdad?
La realidad es que nuestros días de playa implican cargar pesadas bolsas llenas de toallas, bikinis, snacks, libros, varios fotoprotectores solares (incluso más de 2 si hay niños), cartas, revistas… ¡Y todo eso para tan solo unas horas!
Quizás te suene el concepto “armario cápsula”, el proceso por el que eliminas todo lo superfluo y que prácticamente nunca —o nunca— utilizas y dejas en tu armario solo los básicos. Vamos a hacer lo mismo, pero con tu bolsa de la playa. ¿El objetivo? Que elijas conscientemente qué te vas a llevar a la orilla del mar y no llenes tu capazo de múltiples porsiacasos. Créenos, tu espalda te lo agradecerá.
Índice de contenidos
- 1 1. La protección solar no es opcional
- 2 2. Toallas, sillas, sombrillas… ¿de verdad las necesitamos todas?
- 3 3. ¿Tienes el pelo largo? Este apartado te interesa
- 4 4. Escoge la actividad que más te apetezca y lleva solo lo imprescindible
- 5 5. Finalmente (pero no por ello menos importante): escoge una bolsa ligera
1. La protección solar no es opcional
Sabemos que estamos buscando reducir la carga de cosas que llevamos a la playa, pero hay algo que nunca deberíamos dejarnos en casa: el fotoprotector solar. Si vas a estar más de dos horas en la playa, o piensas zambullirte en el mar (créenos, con el calor que está haciendo últimamente nadie te salva de meter los pies en el agua), en tu bolsa de playa no puede faltar un buen fotoprotector solar.
En nuestro caso, siempre llevamos dos: uno facial y uno corporal. Y si tienes peques en casa te contamos el truco para no tener que llevar mil productos distintos: ¿sabías que los protectores solares para los más pequeños también los podemos usar los mayores? ¡Escoge un fotoprotector todoterreno y olvídate de cargar con uno para cada miembro de la familia!
2. Toallas, sillas, sombrillas… ¿de verdad las necesitamos todas?
Aquí entran muchos factores. Tu sensibilidad al sol, si hay zonas de sombra en tu playa, el tiempo que vas a estar directamente bajo los rayos… y, evidentemente, tus preferencias personales.
Si planeas pasar todo el día en la playa y prefieres no tumbarte directamente sobre la arena, entonces sí, te recomendamos llevar una sombrilla y sillas para mayor comodidad. Recuerda, una sombrilla te proporciona sombra y protección contra los rayos de sol. Sin embargo, si solo estarás unas horas por la mañana, podrías considerar cambiar la sombrilla por un sombrero y las sillas por unas toallas.
Consejo de experto: opta por un pareo ligero para recostarte en la arena y una toalla pequeña (incluso de las de manos) para secar tu piel. De esta manera, evitarás cargar con el peso de una toalla enorme y también evitarás secarte con una toalla llena de arena. Pruébalo y ya nos lo agradecerás luego.
3. ¿Tienes el pelo largo? Este apartado te interesa
Si tu melena es cortita puedes saltarte este paso. Si lo tienes largo (o tu melena es difícil de controlar), te recomendamos encarecidamente que te lleves un peine. La sal, el viento y la arena son malos compañeros para nuestra melena, y un peine te ayudará a desenredar cualquier nudo y cuidar tu melena. ¿Sabías que es uno de los secretos de la melena de Claudia Constans?
“En mi bolsa de la playa siempre encontrarás un peine, además de mi fotoprotector ISDIN HydroOil SPF30”.
@coconstans, embajadora ISDIN
¿Nuestra recomendación? Peines con púas separadas que puedan deshacer nudos sin dañar la cutícula del cabello (recuerda que es mejor no cepillar el cabello mojado con un cepillo). Si quieres mantener tu cabello lo más cuidado posible, al salir del agua salada ve directa a las duchas de la playa y elimina los restos de sal y arena que puedas con la ayuda de tu peine. Luego, vuelve a tu toalla y no te olvides de reaplicar tu protección solar.
4. Escoge la actividad que más te apetezca y lleva solo lo imprescindible
Seguro que te pasa cada vez que vas a la playa. Comienzas a cargar tu bolsa con un montón de ”porsiacasos” y al final solo utilizas una o dos de todas las opciones de juegos, lecturas o actividades que llevaste contigo.
Entre el libro que tienes a medias, tu revista favorita, la baraja de cartas, las palas, y el tubo de snorkel, además del teléfono con todas tus canciones favoritas y las redes sociales, es imposible disfrutar al máximo de todas las actividades.
Consejo de experto: evita sobrecargar tu bolsa (y tu espalda) acordando previamente qué actividades queréis hacer hoy. Si vas a ir más de un día a la playa, puedes dividirlas según el día. ¿Quieres leer? Llévate o el libro o la revista, no ambos. Si vas a jugar en grupo, escoge un juego en lugar de llevar tres.
Decirlo parece fácil, pero hacerlo… no lo es tanto. Inténtalo la próxima vez que vayas a la playa, ¡a ver si consigues reducir el peso de tu bolsa!
5. Finalmente (pero no por ello menos importante): escoge una bolsa ligera
Abandona los capazos de mimbre (sí, son preciosos, pero nada prácticos) y opta por bolsas de tela o de red: pesan nada y menos, apenas ocupan espacio y si se ensucian las puedes meter en la lavadora. Cargar con todo el peso extra de los cestos no le hace ningún favor a tu espalda.
Además, este verano podrás conseguir la Bolsa ISDIN, una tote bag de tela en la que caben todos tus imprescindibles. Pensada para que no tengas que preocuparte de nada más que de disfrutar con los tuyos, puedes conseguirla con tus puntos LOVE ISDIN y llenarla de planes mágicos.
Consejo de experto: si eres una enamorada de los capazos, opta por repartir el peso entre un capazo y una bolsa de tela, así tus hombros sufrirán menos.
En resumen, antes de ir a la playa con una carretilla llena, piensa bien en cuánto tiempo estarás en la arena, qué actividades querrás hacer y cómo optimizar el espacio y peso que puedes cargar. Eso sí, ¡lo único no negociable es la protección solar! Te dejamos con 10 consejos imprescindibles para disfrutar del sol sin preocupaciones.