Doble limpieza: qué es este ritual coreano, cómo hacerlo y por qué tu piel te lo va a agradecer

Mujer aplicando producto facial en la piel como parte de su rutina de doble limpieza

En el corazón del K-beauty, donde la piel se cuida con la misma devoción que un ritual milenario, nació uno de los secretos mejor guardados (y más efectivos) del skincare moderno: la doble limpieza. Más que una tendencia, es un paso esencial que ha transformado rutinas en todo el mundo, y hoy te contamos por qué deberías hacerle un espacio en la tuya.

¿Qué es la doble limpieza?

Texturas de productos faciales para doble limpieza: aceite limpiador, espuma y crema

La doble limpieza es un método de cuidado facial nacido en Corea del Sur, donde la obsesión por una piel sana y luminosa no es moda, es cultura. Este ritual se basa en una lógica tan simple como poderosa: para limpiar bien, hay que atacar los diferentes tipos de impurezas con el producto adecuado.

Por eso, el proceso se divide en dos pasos distintos pero complementarios.

Paso 1: una limpieza oleosa

Aunque pueda sorprender, el primer paso de la doble limpieza consiste en aplicar un producto a base de aceite sobre la piel seca. ¿La razón? El aceite disuelve eficazmente otras sustancias oleosas, como el sebo, los restos de maquillaje, el protector solar y la polución.

Este tipo de limpiador actúa por afinidad, atrayendo y eliminando las impurezas lipídicas sin agredir la piel. Tras masajearlo suavemente, se emulsiona con agua y se retira, dejando el rostro preparado para la segunda fase de la limpieza.

Te recomendamos que optes por fórmulas con ingredientes de origen natural como el aceite de oliva o el aceite de semillas de girasol.

Paso 2: una limpieza acuosa

Una vez eliminadas las impurezas lipídicas, el siguiente paso consiste en utilizar un limpiador de base acuosa —en formato gel, espuma o scrub— para retirar el sudor, el polvo, las células muertas y cualquier residuo del productos del primer paso.

Este último gesto asegura una limpieza profunda y equilibrada, dejando la piel fresca, purificada y lista para recibir el resto de productos de tu rutina con mayor eficacia.

Lo bueno del segundo paso es que puedes adaptarlo a tu piel: hay limpiadores acuosos calmantes, purificantes o con un toque exfoliante, según lo que necesites.

¿Para quién es ideal la doble limpieza?

gama de limpiadores de isdin

Es cierto que, en algunos casos, una sola limpieza puede no ser suficiente. Lo habrás notado especialmente en esos días en los que usas más maquillaje de lo habitual, has pasado muchas horas fuera de casa o simplemente sientes la piel más cargada. En esas situaciones, la doble limpieza se convierte en una gran aliada para dejar la piel fresca y completamente libre de impurezas.

La doble limpieza no es solo para amantes del maquillaje o expertas en cosmética. Es para cualquiera que quiera una piel más limpia, equilibrada y receptiva a los productos. Aunque no te maquilles, probablemente sí usas protector solar a diario (¿verdad?), y aunque tengas una rutina calmada, la ciudad, el estrés o el simple paso del día pueden dejar tu piel apagada.

La doble limpieza tiene increíbles beneficios para tu piel

Ya lo has visto: la doble limpieza es para todo tipo de pieles y puede personalizarse sin problema. Lo importante es que siempre empieces con un limpiador en aceite (ese es el paso clave que marca la diferencia), y después sigas con tu producto favorito de limpieza acuosa.

A partir de ahí, todo lo demás puede ajustarse a lo que tu piel necesite. Pero, ¿qué notarás con el tiempo?

  • Una piel más luminosa – Al eliminar bien las impurezas, la piel se ve más clara, con mejor textura y sin ese tono apagado del final del día.
  • Menos brotes e imperfecciones – Al limpiar en profundidad, ayudas a que los poros no se obstruyan con restos de maquillaje, grasa o contaminación.
  • Mayor eficacia en tu rutina – Con la piel limpia de verdad, los sérums, contornos o cremas se absorben mejor y hacen más efecto.
  • Más equilibrio – Incluso las pieles grasas notan menos brillo, porque no se ven forzadas a producir sebo extra tras una limpieza agresiva.

¿Hay que hacer doble limpieza todos los días?

Ingredientes naturales para limpiadores faciales: oliva, pétalos de flor y extractos botánicos

La respuesta corta: no siempre.

La larga: hay días para todo.

La doble limpieza es altamente recomendable por la noche, especialmente si has usado maquillaje, protector solar o has estado expuesta a la polución. El aceite ayuda a eliminar ese tipo de residuos lipídicos que un limpiador acuoso no siempre consigue retirar del todo.

Por la mañana, una limpieza suave puede ser suficiente para eliminar sudor, células muertas y restos de productos nocturnos, sin sobreestimular la piel. Haz doble limpieza cuando sientas que lo necesitas. Cuando quieras resetear, mimarte o simplemente dedicarte un momento.

Y recuerda:

– Siempre con agua templada (ni muy fría, ni muy caliente).

– Secar con suavidad, a toquecitos, nada de arrastrar.

– Disfrutar el proceso. Sí, incluso cuando solo estás lavándote el rostro.

Porque cuidar tu piel no debería ser una obligación. Debería sentirse bien.

¿Tienes dudas o comentarios? Escríbenos a consumercare.es@isdin.com indicando el título del artículo en el asunto y te responderemos lo antes posible. ¡Muchas gracias!

Artículo escrito y revisado por:

Senior Copywriter y Periodista en ISDIN

Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.