El calor ya se deja sentir y, con él, las horas de sol se alargan. Apetece más que nunca una sobremesa al aire libre, un picnic con amigos o una escapada a la montaña. Y es que el sol no solo nos pone de buen humor: también ayuda a nuestro cuerpo a producir vitamina D y mejora ciertas afecciones de la piel.
Pero ojo: para disfrutarlo al máximo, hay que hacerlo con cabeza. Cuidar la piel no va solo de aplicarse fotoprotector (aunque es fundamental), sino de seguir una rutina completa que la prepare.
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Preparar la piel para el abrazo del verano
Tras los meses de frío, la piel está más sensible y menos acostumbrada al sol. Lógico: ha pasado un buen tiempo en modo “off”, protegida de la radiación solar, y cuando vuelve a exponerse de golpe, puede reaccionar con rojeces, quemaduras o sensación de tirantez. Todo completamente normal… pero evitable.
Cuando comenzamos a tomar el sol, la piel activa su mecanismo natural de defensa: la producción de melanina, el pigmento responsable del bronceado. Pero este proceso no es inmediato, y mientras se pone en marcha, nuestra piel está más expuesta al daño solar, especialmente si tenemos un fototipo claro.
Por eso, es clave preparar la piel con antelación: reforzar su barrera, hidratarla en profundidad, aportar antioxidantes desde dentro (vía dieta o suplementos) y, por supuesto, aplicar fotoprotección todos los días.
1. Tu mejor glow empieza con un vaso de agua

Tras un día de playa, ¿sientes tu piel más seca de lo habitual? No es casualidad. El sol deshidrata, y no solo a nivel superficial. La exposición a los rayos UV altera el equilibrio natural de agua y lípidos en la piel, lo que se traduce en tirantez, descamación y pérdida de elasticidad.
Usar cremas hidratantes es fundamental, sí. Pero no basta. Para que la piel reciba la hidratación que realmente necesita, hay que empezar desde dentro. Beber suficiente agua es el primer paso —y el más sencillo— hacia una piel sana, elástica y luminosa.
Aquí van algunos trucos que funcionan:
- Añade rodajas de fruta o menta si te cuesta beber agua sola.
- Lleva tu botella contigo como si fuera tu móvil.
- Hazlo un hábito: un par de sorbos cada hora, sin pensarlo.
Se ha demostrado científicamente que una buena hidratación tiene efectos reales sobre la piel. Un estudio clínico publicado en Nutrients reveló que beber dos litros de agua al día durante un mes puede mejorar la hidratación cutánea, fortaleciendo la barrera lipídica natural de la piel.
2. Refuerza tu piel con antioxidantes

¿Sabías que lo que comes influye directamente en la salud y apariencia de tu piel? Una dieta rica en antioxidantes puede ayudar a combatir el daño oxidativo causado por factores externos como la radiación solar, especialmente durante el verano.
Incorporar alimentos como naranjas, zanahorias, kiwis, brócoli, cerezas o pimientos, ricos en vitamina C y betacarotenos, es una excelente manera de aportar antioxidantes a tu organismo. Estos nutrientes ayudan a proteger las células de la piel y a mantenerla luminosa y saludable.
Para un cuidado más completo, puedes complementar tu dieta con suplementos específicos, como SUNISDIN Cápsulas. Su fórmula combina antioxidantes como las vitaminas C y E, selenio y extractos de origen natural como el té verde y la Vitis vinifera, que ayudan a proteger las células frente al daño oxidativo y preparan la piel para la exposición solar. Se recomienda empezar a tomarlas en primavera, al menos un mes antes de una exposición intensa al sol, y mantener su uso durante todo el verano.
Recuerda que, aunque los suplementos pueden ser un apoyo, no sustituyen una alimentación equilibrada y el uso adecuado de protección solar.
3. Toma el sol, pero hazlo bien

Después del invierno, lo entendemos: lo único que apetece es salir a empaparse de sol. Ese primer café en la terraza, el paseo sin abrigo, la escapada improvisada al mar… Todo sabe mejor con calor. Pero antes de lanzarte a disfrutarlo sin filtro, ten esto claro: tu piel aún no está preparada para tanto.
Lo notarás sobre todo en zonas como los hombros, el escote o la nuca —las primeras en enrojecerse, las que más sufren. Y si además eres propensa a alergias solares, todavía más motivo para tener precaución.
El sol es maravilloso, sí, pero también muy potente. Y aunque ya estés algo bronceada, eso no te protege del todo. El fotoprotector es tu mejor aliado para disfrutar del sol sin consecuencias.
Así que, antes de salir ahí fuera, ten esto en mente:
- Ve poco a poco. Aumenta el tiempo de exposición gradualmente y dale tiempo a tu piel para adaptarse.
- Aplica protección solar cada mañana, incluso si solo vas a por el pan.
- Evita el sol en las horas centrales del día. Si tu sombra es más corta que tú, es mejor buscar la sombra.
Con esto claro, ¡es hora de escoger un aliado!
Fusion Water MAGIC: el aliado de siempre
Fusion Water MAGIC es de esos productos que te hacen preguntarte cómo vivías sin él. Una protección solar de alto nivel con una textura tan ligera que ni la notas, pero que lo protege todo.
Su fórmula innovadora no solo ofrece una fotoprotección Full Spectrum, sino que ofrece una acción antioxidante gracias al Mediterranean Alga Extract, mientras que el ácido hialurónico aporta un extra de hidratación.
Perfecto para todo tipo de pieles —sí, también las grasas— y con un acabado sedoso que se funde en segundos. Literalmente, desaparece al aplicarlo.

Va genial con: Hydro Lotion, el fotoprotector corporal bifásico que no solo protege, sino que revitaliza y detoxifica la piel gracias a su acción antioxidante. Ideal para esos primeros días de sol en los que tu piel necesita un extra de defensa… y de mimo.
Fusion Water MAGIC GLOW: el efecto luminoso que tanto nos gusta
Con la llegada del buen tiempo, todo nos recuerda al verano. La ropa más ligera, los planes al aire libre… y sí, también esa luz especial que queremos ver reflejada en la piel.

Fusion Water MAGIC GLOW es la versión luminosa de un clásico que ya adoramos. Mantiene todos los beneficios de Fusion Water MAGIC —SPF 50, textura ultraligera, hidratación y absorción inmediata— pero le suma algo que marca la diferencia: un acabado glow que realza la luz natural de tu rostro sin brillos ni sensación grasa.
Perfecto para quienes quieren protegerse del sol sin renunciar a un toque de buena cara instantáneo.
Va genial con: Body GLOW, el fotoprotector corporal que aporta ese toque de luminosidad sutil y favorecedora que tanto buscamos en primavera. Su textura ligera y acabado satinado realzan el tono natural de tu piel, mientras la protegen.
En resumen: tu piel también quiere verano

El verano se empieza a saborear mucho antes de poner los pies en la arena. Está en los días que se alargan, en las terrazas llenas, en el primer vestido sin mangas. Y también en cómo preparamos nuestra piel para todo eso.
Hidratar desde dentro, nutrir con antioxidantes y proteger con cabeza no son solo consejos: son pequeños rituales que marcan la diferencia entre una piel que sobrevive al verano y una que lo disfruta al máximo.
¿Un último tip? Después de la ducha —especialmente si has estado al sol—, aplica una loción hidratante mientras la piel aún está húmeda. Esto ayuda a retener mejor la humedad y deja la piel más elástica y luminosa. Porque cuidar la piel no es renunciar al sol, es hacerlo tu aliado. Y con estos tres pasos, lo tienes más fácil que nunca.
Tu verano empieza en tu piel. Prepárala para brillar.
Referencias:
- Purba, Martalena & Kouris-Blazos, Antigone & Wattanapenpaiboon, Naiyana & Lukito, Widjaja & Rothenberg, Elisabet & Steen, Bertil & Wahlqvist, Mark. (2001). Skin Wrinkling: Can Food Make a Difference?. Journal of the American College of Nutrition. 20. 71-80. 10.1080/07315724.2001.10719017.
- Jean Krutmann, Anne Bouloc, Gabrielle Sore, Bruno A. Bernard, Thierry Passeron, The skin aging exposome, Journal of Dermatological Science, Volume 85, Issue 3, 2017,Pages 152-161
- Granger, C., Aladren, S., Delgado, J. et al. Prospective Evaluation of the Efficacy of a Food Supplement in Increasing Photoprotection and Improving Selective Markers Related to Skin Photo-Ageing. Dermatol Ther (Heidelb) 10, 163–178 (2020).
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.