Castillos de arena, chapuzones en la piscina, carreras por la playa y vacaciones llenas de momentos que se recordarán año tras año al hojear álbumes de fotos. Disfrutar del verano con los tuyos no tiene precio.
Pero si queremos hacerlo de forma saludable, es esencial cuidar y proteger nuestra piel, especialmente la de los más pequeños. La piel infantil es mucho más sensible y vulnerable a los efectos del sol. Por eso, protegerla adecuadamente es una prioridad. Enseñarles desde pequeños a adoptar buenos hábitos de protección solar es una inversión en su salud futura.
En esta guía te contamos todo lo que necesitas saber para elegir el protector solar ideal para tus hijos y disfrutar del verano de forma segura y saludable.
Índice de contenidos
- 1 ¿Qué diferencia hay entre un protector solar de niño y uno de adulto?
- 2 Las claves de un buen protector solar para niños de uso diario
- 3 1. Una protección diseñada para su piel
- 4 2. Un nivel de SPF alto
- 5 3. Una fórmula específica para su edad
- 6 4. Un formato fácil de aplicar
- 7 5. Una fórmula que no irrite los ojos
- 8 A cuidarse también se aprende
¿Qué diferencia hay entre un protector solar de niño y uno de adulto?

Hablemos de diferencias. ¿Alguna vez te has preguntado por qué no usamos el mismo protector solar para niños y adultos? La respuesta está en la formulación y los ingredientes. Los protectores solares para niños están especialmente diseñados para su piel sensible. La principal diferencia radica en que estos productos contienen filtros en concentraciones más bajas que los de los adultos, lo que los hace más suaves y seguros para su uso frecuente.
Además, las quemaduras solares en la infancia son especialmente peligrosas, ya que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel en la edad adulta. La piel infantil, al ser más delgada y menos desarrollada, tiene una menor capacidad para defenderse del sol, pues su producción de melanina —el pigmento natural que nos protege de los rayos UV— aún no está completamente desarrollada.
El uso adecuado de fotoprotección antes de los 18 años puede reducir un 78% el riesgo de padecer cáncer de piel.
Por todo esto, es fundamental elegir fotoprotectores formulados específicamente para niños y aplicarlos correctamente cada vez que estén expuestos al sol.
Las claves de un buen protector solar para niños de uso diario

Ahora bien, ¿cuál es el mejor protector para niños? Las claves están en elegir una fórmula hipoalergénica, un nivel de SPF alto y una textura que sea fácil de aplicar y resistente al agua.
1. Una protección diseñada para su piel
Como ya hemos visto, la piel de los niños es más frágil que la de los adultos, ya que su barrera cutánea está en constante desarrollo. Es más fina, menos resistente y especialmente vulnerable a las temperaturas extremas y cambios bruscos. Además, tiende a la sequedad y es muy sensible a los rayos UVA y UVB. Por lo tanto, para que los niños puedan usar protector solar es importante que esté probado dermatológica y pediátricamente.
¿Qué significa: testado pediátricamente y dermatológicamente?
Indica que el producto ha sido probado en sujetos para comprobar su eficacia y tolerancia en condiciones reales de uso bajo la supervisión de un dermatólogo y un pediatra.
¿Qué significa: hipoalergénico?
Indica que el producto ha realizado un test específico para confirmar un riesgo bajo de producir reacciones alérgicas. En ISDIN, además, nuestras fórmulas están evaluadas para confirmar que sus ingredientes son respetuosos con la piel.
La gama de protectores pediátricos de ISDIN está testada dermatológicamente y pediátricamente. Además, para minimizar el riesgo de alergia es hipoalergénica.
2. Un nivel de SPF alto

El SPF (factor de protección solar) indica cuánta defensa ofrece un fotoprotector frente a los rayos UVB. En los niños, lo ideal es elegir siempre un SPF 50 o 50+, clasificados como protección alta o muy alta.
Esta indicación es clave para interpretar correctamente las etiquetas y elegir el producto adecuado. Pero recuerda: el número no lo es todo. Para que sea efectivo, es fundamental aplicar el protector de forma generosa y repetir su uso con frecuencia, sobre todo si hay baños o sudor de por medio.
Y si en el envase ves un símbolo con “UVA” dentro de un círculo, significa que también protege frente a esa radiación, lo cual es muy importante, ya que los rayos UVA penetran más profundamente en la piel y pueden causar envejecimiento prematuro y daños a largo plazo
3. Una fórmula específica para su edad
Menores de 6 meses
La piel de los bebés menores de 6 años es aún más delicada y vulnerable que la de los niños mayores. Al ser fina y no estar muy desarrollada, es más propensa a sufrir los daños de la radiación solar. Por eso, la Comisión Europea, así como pediatras y dermatólogos, recomiendan no exponer a los bebés menores de 6 meses a la luz solar directa. Si necesitas salir, lo recomendable es cubrir su piel con ropa ligera y usar carritos con protección.
Bebés a partir de 6 meses
En el caso de los bebés entre los 6 meses y el año, la recomendación es usar un fotoprotector formulado específicamente para la piel frágil del bebé, como el fotoprotector ISDIN Mineral Baby Pediatrics, con filtros 100% minerales. Esta fórmula se absorbe rápidamente y es muy resistente al agua, además de proteger frente a la radiación UV indirecta.
Niños entre 2 y 3 años
Los niños de esta edad deben utilizar siempre un fotoprotector adecuado con un SPF alto (50) y además complementarlo con medidas físicas como camisetas, gorros, pantalones, gafas de sol y sombrilla para disminuir las áreas expuestas al sol. De esta manera, disfrutarán siempre del sol de manera segura. ¿Una opción ideal? El combo Gel Cream Pediatrics + Fusion Water MAGIC Pediatrics.
Niños mayores de 3 años
Para los niños mayores de 3 años se recomienda aplicar fotoprotectores infantiles resistentes o muy resistentes al agua, capaces de mantener el nivel de protección 40 u 80 minutos después de la inmersión. Tras nadar o bañarse (sea el tiempo que sea), hay que volver a aplicar el protector. Y si tras el baño los secamos con una toalla, también deberemos reaplicar el fotoprotector, ya que con la fricción podemos eliminar el producto previamente aplicado.
Para ellos, recomendamos usar una fotoprotección alta (SPF 50), muy resistente al agua y que no deje residuo graso, como Transparent Spray Wet Skin Pediatrics.

Recuerda, hasta los 3 años de edad es recomendable utilizar ropa con tejidos que protejan del sol y en todas las edades es aconsejable el uso de gafas de sol y gorras.
4. Un formato fácil de aplicar
Imagina un día ideal: los niños construyen castillos de arena, se zambullen en el mar y corren felices por la orilla. Primavera y verano son épocas mágicas para ellos, llenas de juego y aventuras al sol.
Pero entre tanto chapuzón, risas y carreras, hay una regla fundamental que no debemos olvidar: reaplicar el protector solar al menos cada 2 horas. Así lo recomiendan los dermatólogos.
Y para que no se te pase, lo mejor es estar preparado. Lleva siempre el fotoprotector en el bolso y elige formatos fáciles de usar fuera de casa, como Pediatrics Stick, que permite una reaplicación rápida y cómoda, incluso con la piel mojada o sobre la marcha.
Disfrutar del sol es parte del plan. Protegerlos, también.
5. Una fórmula que no irrite los ojos
Los niños corren, saltan, nadan… y el protector solar debe seguirles el ritmo. Por eso, es fundamental que la fórmula no irrite los ojos, sobre todo si se aplica en todo el rostro.
Busca productos que estén testados bajo control oftalmológico, lo que garantiza que no causan escozor ni molestias al contacto con los ojos. Así, ellos pueden seguir disfrutando sin interrupciones… ¡y tú sin lágrimas que consolar!

A cuidarse también se aprende
Protegerse del sol no tiene por qué ser una batalla diaria. Al contrario, puede convertirse en un momento divertido y compartido. Deja que los peques participen, elige texturas agradables y haz que aplicarse el protector solar sea parte del juego.
Si te ven hacerlo, querrán imitarte. Así, poco a poco, estarás creando un hábito saludable que durará toda la vida.
¿Necesitas ideas para convertirlo en algo más fácil (y hasta divertido)? No te pierdas estos trucos para que tus hijos se protejan del sol sin protestar.
Ahora ya lo sabes: la mejor elección será una fórmula diseñada para su piel, adecuada para su edad, con SPF alto, que no deje residuo y que no irrite los ojos. Por suerte, los fotoprotectores ISDIN para niños cumplen con todas estas características, siendo perfectos aliados para proteger la piel de nuestros hijos mientras disfrutamos del sol de la manera más saludable.
Por un verano lleno de momentos mágicos, siempre protegidos bajo el sol.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.