El acné en todas sus formas: tipos, causas y mejores ingredientes para tratarlo

TIPOS DE ACNÉ

Vivimos rodeados de imágenes de pieles impecables: en redes sociales, en campañas publicitarias, en la pantalla. Pero detrás de cada «perfección» hay filtros, maquillaje, luces… y mucha edición. En la vida real, el acné es una experiencia común, aunque poco visibilizada.

Granitos, puntos negros, brotes hormonales o lesiones inflamadas: el acné tiene muchas formas, y conocer cada una es clave para entender qué necesita tu piel. Porque tratarlo no es solo una cuestión estética, es una forma de autocuidado. Y lo más importante: el acné no define tu belleza ni tu valor.

El acné afecta a cada piel de manera distinta

Cierra los ojos e imagina a alguien con acné. ¿Qué ves? Quizás una piel grasa o enrojecida, cubierta de granos e imperfecciones, pequeños bultos blancos o puntos negros. Pero lo cierto es que el acné no tiene una única cara. Es una afección compleja, causada por diversos factores, y puede presentarse de manera diferente en cada persona. Lo que significa que tus lesiones de acné pueden ser muy distintas a las de tu mejor amiga, hermana o pareja.

Sin embargo, todos aparecen de la misma manera. Tu piel experimenta cambios hormonales que, en muchas ocasiones, provocan un aumento en la producción de sebo. Este exceso de grasa se mezcla con células muertas, lo que lleva a la obstrucción de los poros.

Cuando los poros están bloqueados, las bacterias que normalmente habitan en la piel pueden quedar atrapadas en su interior. Este crecimiento bacteriano puede dar lugar a una infección, que a su vez provoca inflamación. Y voilà, así es como aparece un grano.

¿Qué tipos de acné hay?

El acné se clasifica principalmente en dos tipos: comedoniano y no comedoniano. Cada uno puede presentarse en distintos grados de gravedad, desde formas leves hasta lesiones más profundas que pueden dejar cicatrices.

Acné comedoniano

Este tipo de acné es leve y lo verás cuándo los poros de tu piel estén obstruidos por una acumulación de sebo y células muertas. Es visible, no suele ser doloroso y podemos dividirlo en 2 tipos:

  • Puntos negros: se forman cuando los folículos pilosos se bloquean por la acumulación de sebo y células muertas. La parte superior del poro permanece abierta, y el sebo oxidado al contacto con el aire adquiere ese característico color negro.
  • Puntos blancos: se presentan cuando el poro está obstruido de la misma manera, pero permanece cerrado. Como resultado, se forma un pequeño bulto que sobresale de la piel y es de color blanco, ya que el contenido del poro no ha entrado en contacto con el oxígeno del aire y no se oxida.

El acné comedoniano es muy tentador de extraer, especialmente porque es muy visible, pero lo mejor es que no lo toques y lo trates con productos adecuados para tu tipo de piel, como limpiadores suaves que mantengan los folículos pilosos despejados sin irritar.

Acné no comedoniano

El acné no comedoniano se considera una forma más severa de acné. Se caracteriza por la aparición de granos en las capas medias o profundas de la piel, que suelen ser dolorosos al tacto. Al igual que el acné comedoniano, se origina por la acumulación de sebo y células muertas, pero en este caso, el folículo piloso se rompe y las bacterias que contiene se liberan, lo que provoca una infección.

Este tipo de acné suele aparecer en pieles grasas o mixtas y es importante tratarlo con el enfoque adecuado para evitar complicaciones. Conoce los 4 tipos diferentes:

1. Pápulas los conocemos como granos y son bultos rojos e inflamados. Cuando el poro se obstruye, la presión se acumula y puede hacer que las paredes del poro se rompan, propagando impurezas alrededor. Tu cuerpo responde a esta ruptura con inflamación, lo que les da la apariencia hinchada y roja.

pústula gráfico con dibujo de piel enrojecida sobre fondo lila

2. Pústulas: las conocemos como espinillas y son cavidades llenas de pus, debido al crecimiento de los gérmenes microbianos. Si las ves es porque tu sistema inmunológico ha entrado en acción.

nódulo gráfico con dibujo de piel enrojecida sobre fondo lila

3. Nódulos:  los nódulos son una forma más severa de acné. Se parecen a las pápulas, pero se forman en las capas más profundas de la piel y afectan a más de un folículo, siendo complicados de tratar. Los nódulos nunca tienen una ”cabeza” como los puntos blancos o las pápulas; tienen un color rojizo y duelen al tocarlos

quiste gráfico con dibujo de piel enrojecida sobre fondo lila

4. Quiste: al igual que los nódulos, se localizan en las capas más profundas de la piel. Independientemente de su tonalidad, son la forma más grande de acné y resultan dolorosos al tacto. Suelen ser lesiones supurativas y pueden dejar cicatrices hipertróficas si no se tratan adecuadamente.

¿Sabías que de todos los tipos de acné, los quistes son los que más probabilidades tienen de dejar una cicatriz? Si intentas reventarlos, puedes propagar la infección y empeorar el proceso de cicatrización.

¿Un solo grano es acné?

Es una de las dudas más comunes. Después de conocer los distintos tipos de acné, es normal preguntarse: ¿y ese grano puntual que aparece justo antes de una cita importante? Sí, también puede ser una forma de acné. Aunque no se presente de manera persistente, suele estar vinculado a procesos internos, como los cambios hormonales, que muchas veces escapan de nuestro control.

  • En mujeres, la baja de estrógenos (durante el ciclo, el embarazo o la menopausia) deja vía libre a la testosterona, favoreciendo el acné hormonal.
  • En hombres, la testosterona elevada en la adolescencia estimula la producción de sebo y favorece el acné inflamatorio.

Estos brotes ocasionales, aunque molestos, son normales en distintas etapas de la vida. En la adolescencia, pueden afectar la autoestima; en la adultez, frustran justo cuando creemos haber superado esa etapa. Lo importante es saber que, con una rutina adecuada, es posible mantener la piel equilibrada. Como comparte Coco Constans, embajadora de ISDIN:

“He sufrido, pero gracias a productos específicos, he notado cómo mi piel ha cambiado. Ahora me siento segura en ella. Paso mucho tiempo frente a la cámara, y hoy por hoy, puedo decir que me siento realmente cómoda y confiada en mi propia piel”.

Coco Constans, embajadora ISDIN.

Ingredientes eficaces para tratar granos y espinillas: lo que sí funciona

textura de ingrediente ligero ideal para pieles mixtas o grasas color transparente acuoso

La regla de oro para tratar granos y espinillas es tener paciencia (y constancia). Aunque algunos productos específicos pueden mostrar resultados rápidos, en muchos casos, la mejoría no se aprecia hasta pasados unos meses.

Lo más importante es elegir bien los productos que aplicas, pensando siempre en el tipo de acné al que te enfrentas. Por eso, vamos a centrarnos en los ingredientes clave: aquellos que realmente atacan el grano de forma directa y eficaz.

Mejores ingredientes para el acné leve o comedoniano

La clave está en mantener los poros limpios con un equilibrio adecuado entre limpieza y exfoliación, lo que ayuda a eliminar los puntos negros y otras imperfecciones típicas del acné comedogénico.

sérum de ISDIN para reducir granos y espinillas con textura ultraligera

También podrás encontrar ácido salicílico en sprays para el acné de la espalda y geles secantes para esos granos que aparecen cuando menos te lo esperas.

Mejores ingredientes para el acné moderado

La clave está en seguir una rutina de cuidado de la piel efectiva, combinada con tratamientos específicos si es necesario, para combatir las bacterias y reducir la inflamación.

  • Peróxido de benzoilo: es uno de los principios activos más recomendados por dermatólogos para tratar el acné moderado o severo. Ayuda a eliminar las bacterias causantes del brote y a reducir la inflamación. Es potente, por eso se aconseja usarlo bajo indicación profesional, especialmente en pieles sensibles o secas.
  • Ácido glicólico: exfoliante que ayuda a eliminar las células muertas de la piel y destapar los poros. Búscalo en productos exfoliantes o tónicos para un cuidado más profundo.
  • Ácido hialurónico: aunque no trata el acné directamente, es fundamental para mantener la piel hidratada y protegida, especialmente cuando se usan ingredientes más agresivos como el peróxido de benzoilo o los ácidos exfoliantes. Incorpóralo a través de sérums o cremas hidratantes para restaurar la barrera cutánea y mejorar la elasticidad.

Siempre puedes prevenir futuros brotes

Tu piel es tu historia. Y aunque el acné aparezca de vez en cuando, no tiene por qué marcarla. No se trata de esconder imperfecciones, sino de entender lo que tu piel necesita en cada etapa y acompañarla con paciencia, constancia y respeto.

Aquí te dejamos algunos hábitos que pueden ayudarte a mantenerla en equilibrio:

  • Establece una rutina diaria y cúmplela. Cuidar tu piel todos los días es tu mejor defensa frente a las imperfecciones.
  • Aprende a gestionar el estrés con ejercicio, descanso o meditación. Tu bienestar interior también se refleja por fuera.
  • Usa protección solar a diario. El sol puede agravar brotes y dejar marcas más visibles. Protegerte es también una forma de quererte.
  • Confía en el poder de una buena limpieza. Dedicarle unos minutos a este primer paso puede marcar una gran diferencia en cómo responde tu piel. Porque cuidar el acné empieza con una buena base.

Ahora que conoces los diferentes tipos de acné, cómo se forma y qué ingredientes pueden ayudarte a tratarlo según tu piel, es momento de dejar de ver cada brote como un enemigo. Tu piel no necesita ser perfecta, solo necesita comprensión, constancia y los cuidados adecuados.

tipos de granos de cerca en piel de chica joven de ojos azules y verdes

Y si en algún momento sientes que el acné te desborda o no sabes por dónde seguir, recuerda que un dermatólogo siempre será tu mejor aliado para recibir un tratamiento personalizado y acompañarte en el proceso.

¿Tienes dudas o comentarios? Escríbenos a consumercare.es@isdin.com indicando el título del artículo en el asunto y te responderemos lo antes posible. ¡Muchas gracias!

Artículo escrito y revisado por:

Senior Copywriter y Periodista en ISDIN

Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.