En cuanto llega el invierno, nuestro pelo parece ponerse de acuerdo para recordarnos que también siente el cambio de estación: se reseca, pierde brillo, se vuelve más rebelde o, de repente, empieza a caerse un poquito más de lo normal. Y aunque a veces pensamos que “es cosa nuestra”, la realidad es que el frío, la calefacción y la falta de humedad en el ambiente le pasan factura a cualquiera.
Si en plena ola de frío te has preguntado “qué le pasa a mi melena últimamente”, aquí está la respuesta. En invierno el pelo cambia, y mucho. Hoy hablamos de por qué ocurre, qué señales suelen aparecer y cómo cuidar tu cabello en invierno para que recupere fuerza, brillo y un aspecto saludable.
Índice de contenidos
- 1 ¿Qué factores del invierno influyen en tu cabello?
- 2 5 consejos para cuidar tu pelo en invierno y mantenerlo sano
- 2.1 1. Evita las duchas demasiado calientes y no salgas con el pelo húmedo
- 2.2 2. Elige un champú adecuado para tu cuero cabelludo
- 2.3 3. Refuerza tu rutina con productos que actúan mientras duermes
- 2.4 4. Prueba peinados creativos y dale un descanso a las herramientas de calor
- 2.5 5. Añade un complemento alimenticio anticaída para reforzar desde dentro
- 3 Un último detalle que marca (mucha) diferencia
¿Qué factores del invierno influyen en tu cabello?
Durante los meses de invierno hay tres factores ambientales que trabajan a la vez y que pueden cambiar por completo cómo se siente y se ve nuestro cabello. Y aunque suena técnico, lo cierto es que cualquiera lo reconoce en su día a día. De hecho, basta con llegar a la oficina, dejar el abrigo y preguntar a un par de compañeros para descubrir que todos notamos algo distinto en el pelo cuando llega el frío.
1. La baja humedad: el cabello se deshidrata más rápido

Empezamos por el primer factor sobre cuidado de cabello en invierno. En esta época el aire contiene mucha menos humedad, y eso afecta directamente a la fibra capilar. Cuando la humedad ambiental baja, el agua del interior del cabello se evapora antes. La cutícula, que es la capa externa que protege cada hebra, se abre ligeramente para compensar esa pérdida. En la práctica, eso significa frizz, textura áspera y menos brillo.
Y para comprobarlo, preguntamos a nuestros compañeros cómo lo viven ellos. “Yo lo noto al peinarme. En invierno mi melena tiene más frizz y está más seca aunque use los mismos productos de siempre”, nos cuenta Amy Ingraham, Content Specialist.
2. La calefacción: sequedad y desequilibrio del cuero cabelludo

Entrar en casa, en el coche o en la oficina y sentir ese golpe de calor es una maravilla… para ti. Para tu pelo, no tanto. La calefacción reseca el ambiente interior y acelera la pérdida de hidratación del cabello. Además, altera el equilibrio del cuero cabelludo: cuando el aire está demasiado seco, las glándulas sebáceas producen menos sebo de lo normal.
Y como no hay nada más real que lo que vivimos cada día en la oficina, le preguntamos a quienes más lo sufren entre pantallas y radiadores encendidos: “Yo lo noto muchísimo en la oficina. Con la calefacción puesta todo el día, el cuero cabelludo se me reseca y el pelo pierde volumen enseguida”, nos comparte Mar Cinca, Copywriting Specialist.
3. El aire frío: cambios bruscos que dañan la fibra

El tercer factor es el aire frío exterior. Cuando pasas de un ambiente cálido a uno muy frío, la fibra capilar se contrae de golpe. Esta contracción la vuelve más rígida y más propensa a romperse. Si además hay viento o electricidad estática por la ropa de invierno, el impacto se multiplica.
Es ese momento en que sales a la calle con el pelo perfecto y, dos minutos después, sientes que perdió flexibilidad y se enreda con cualquier bufanda. No es mala suerte: es un choque térmico directo sobre la fibra. ‘’Cuando salgo temprano al gimnasio y hace mucho frío, el pelo se me queda como duro. Luego, al volver a casa, se me rompe con más facilidad”, nos cuenta Esteban Eliceche, Design Specialist.
5 consejos para cuidar tu pelo en invierno y mantenerlo sano
Ahora que ya sabemos qué factores del invierno afectan a nuestro pelo, toca la parte más útil: qué podemos hacer para protegerlo. Nada complicado, nada imposible. Solo pequeños gestos que, sumados, hacen que tu melena sobreviva al frío mucho mejor. Aquí van nuestras cinco recomendaciones clave:
1. Evita las duchas demasiado calientes y no salgas con el pelo húmedo
Lo sabemos: en invierno una ducha muy caliente suena al mejor plan del día. Pero para el pelo… no tanto. El agua demasiado caliente abre de más la cutícula y hace que el cabello pierda hidratación a toda velocidad. Una opción más amable es el agua tibia, y si puedes, terminar con un toque de agua fría para sellar la fibra (prometemos que no duele tanto como parece).

Y un recordatorio importante: no salgas con el pelo húmedo… ni te quedes en casa con él así. Si necesitas secarlo, hazlo con mimo: aplica un protector de calor, quita el exceso de agua con una toalla sin frotar y termina con el secador a temperatura media. Es un truco sencillo, pero evita mucha rotura en invierno.
2. Elige un champú adecuado para tu cuero cabelludo
El cuero cabelludo es como la “piel del pelo”: si está desequilibrado, el resto de la melena lo nota al instante. En invierno puede volverse más seco, más sensible o, al contrario, reaccionar produciendo más grasa para compensar. Por eso no vale cualquier champú.
Si notas la raíz más seca o tirante, opta por un champú hidratante o calmante que respete la barrera del cuero cabelludo. Si, por el contrario, sigues teniendo la raíz grasa pero las puntas resecas (muy típico del invierno), busca uno equilibrante que limpie sin irritar. La clave es observar cómo reacciona tu cuero cabelludo y ajustar el champú a eso, no al revés.
Descubre todas las opciones en nuestra guía sobre cuero cabelludo.
3. Refuerza tu rutina con productos que actúan mientras duermes

El invierno es el momento perfecto para ir un paso más allá de tu rutina y darle a tu melena un apoyo extra. Pasamos más tiempo en casa, el ritmo baja y la noche se convierte en ese espacio tranquilo en el que el cuero cabelludo está relajado y receptivo. Es el momento ideal para aplicar tratamientos que trabajen mientras tú descansas.
¿Nuestra opción favorita? Lambdapil Melatonin Concentrate, una loción ligera en spray que no engrasa y que se aplica antes de dormir. Su combinación de melatonina, biotina y adenosina ayuda a revitalizar el cuero cabelludo, reducir la caída y mejorar la densidad del cabello con el uso constante.
4. Prueba peinados creativos y dale un descanso a las herramientas de calor
En invierno solemos usar más el secador (y es uno de nuestros mejores consejos), pero eso también significa que el cabello está más expuesto al calor de lo normal. Por eso es un buen momento para reducir el uso de planchas y rizadores y apostar por peinados que no necesiten herramientas calientes.
Y aquí viene la parte divertida: puedes jugar con opciones fáciles y monas que funcionan incluso en días de prisa. Trenzas sueltas, moños bajos “messy”, coleta pulida con raya al medio, ondas sin calor con cintas o la clásica trenza de espiga que queda preciosa al soltarla. Son estilos que protegen, reducen el frizz y mantienen el pelo bajo control… sin necesidad de enchufar nada.

5. Añade un complemento alimenticio anticaída para reforzar desde dentro
El invierno no solo afecta al aspecto del pelo: también puede coincidir con una caída más intensa. Si notas que tu melena está más débil de lo habitual, apoyar tu rutina con un complemento alimenticio anticaída puede marcar la diferencia. Es una forma sencilla de reforzar el cabello desde dentro, aportando los nutrientes que necesita para crecer más fuerte y resistente.
Lambdapil Cápsulas Anticaída contiene vitaminas del grupo B y antioxidantes que ayudan a nutrir el folículo desde el interior, favorecen el crecimiento y reducen la caída. Combinadas con buenos hábitos y una rutina invernal más consciente, pueden convertirse en el aliado perfecto para mantener tu melena fuerte, densa y con mejor aspecto.

Un último detalle que marca (mucha) diferencia
Igual que al empezar decíamos que el invierno cambia cómo se comporta nuestro pelo, también es cierto que esta época nos invita a cuidarlo un poquito más. Y si hay un gesto simple que marca la diferencia, es este: darle un recorte a las puntas. No hace falta un cambio de look radical; basta con un par de centímetros para evitar que las puntas abiertas avancen, mantener la fibra sana y ayudar a que todos tus productos funcionen mejor.
Y con esto, cerramos. Recuerda: el frío pasa, pero tu melena se queda contigo. Cuídala un poquito más estos meses… y te lo devolverá con creces cuando vuelva el sol.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.

