Por la mañana, cada minuto cuenta. Entre despertadores, cafés y prisas, regalarte cinco minutos para ti puede marcar la diferencia. Solo necesitas ese breve instante para despertar tu piel y prepararla para todo lo que viene.
El sol nos encanta, nos llena de energía y felicidad, pero puede volverse un enemigo si no lo disfrutamos con precaución. ¿Sabías que la radiación solar puede ser la chispa que desata los radicales libres en tu cuerpo?
Para algunas personas, es un héroe antiedad; para otras, un maestro en aportar elasticidad a la piel. Y hay quienes lo adoran por sus capacidades para unificar el tono de la piel.
Días largos en la playa, caminatas al amanecer, chapuzones para refrescarse… El verano está lleno de momentos soleados que disfrutamos al máximo —pero tu melena, probablemente, no opina lo mismo.
Empiezan las ansiadas vacaciones: días interminables en la costa, escapadas exóticas, rutas por megaciudades o aventuras entre montañas. Cada plan tiene su encanto… y su propio nivel de exposición al sol.
No hay verano sin una buena lectura que te acompañe entre chapuzones, siestas lentas y cafés con hielo. Esos libros que te atrapan desde la primera página, y que sin darte cuenta se convierten en parte del paisaje: en la toalla, en la mesa del jardín, en la maleta.
Aunque a veces nos gustaría que desaparecieran, lo cierto es que los poros son esenciales para que la piel funcione bien.
Su salto a la fama llegó cuando empezó a aplicarse como ingrediente en tratamientos estéticos por sus extraordinarias propiedades antiaging, pero hay más que eso.
La primera regla para protegerse bien es hacerlo todos los días, incluso cuando está nublado o llueve. La radiación solar nunca descansa, y el daño a corto plazo, como las quemaduras solares o la deshidratación, es algo que no podemos ignorar.
Granitos, puntos negros, brotes hormonales o lesiones inflamadas: el acné tiene muchas formas, y conocer cada una es clave para entender qué necesita tu piel.
Hemos preparado esta guía para ayudarte a entender cada término y hacer de este verano un momento de sol, protección y tranquilidad. Porque cuando sabes lo que te estás poniendo, solo queda disfrutar.
La vitamina E es uno de los antioxidantes más estudiados en dermatología, ¡y con buenos motivos! Ayuda a proteger tu piel de factores del exposoma como los rayos UV, la contaminación e incluso el estrés.