Cuando hablamos de piel, la conversación suele volverse infinita. Capas, tipos, lípidos, pH, microbiota… un universo entero extendido sobre dos metros cuadrados de superficie que nos envuelve y nos protege. Pero hay un concepto que, si se enseñara como se enseña matemáticas o verbos irregulares, tendríamos mucha menos confusión frente al espejo: los NMF o Factores Naturales de Hidratación.
¿Sabes qué son y lo que realmente hacen por tu piel? Básicamente, es tan inteligente que cuenta con su propio sistema interno para mantenerse hidratada sin pedir permiso. Sigue leyendo, que hoy te contamos todo sobre los NMF con la ayuda de Chiyoung Kang Park, Medical Marketing Specialist.
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¿Qué son los NMF o Factores Naturales de Hidratación?

Es la primera frase que nos dice Chiyoung en nuestra charla: ‘’Los NMF son las moléculas que la piel produce por sí misma para mantenerse hidratada’’. En sus palabras, podríamos verlos como el sistema interno que evita que la piel pierda agua, la mantiene suave, flexible y sin esa sensación de tirantez que aparece cuando está deshidratada.
‘’Lo interesante es que funcionan como imanes: atraen humedad y la retienen, creando una reserva de hidratación que ninguna crema puede sustituir del todo si no está en equilibrio’’ nos dice Chiyoung. En resumen: si los NMF están altos, la piel se ve cómoda y luminosa; si están bajos, el agua se escapa y la piel lo resiente.
‘’Lo interesante es que funcionan como imanes: atraen humedad y la retienen, creando una reserva de hidratación que ninguna crema puede sustituir del todo si no está en equilibrio’’.
Chiyoung Kang Park, Medical Marketing Specialist
¿Qué compuestos forman parte de los NMF?
Chiyoung quiere dejarlo claro, ‘’NMF no es una sola sustancia’’, sino una mezcla compleja y perfectamente organizada donde predominan aminoácidos y sus derivados, urea, ácido láctico, PCA, glicerol y minerales esenciales que actúan de forma sinérgica para atraer, retener y distribuir agua. ‘’Cada componente cumple un rol específico en la hidratación cutánea, algunos aportan capacidad higroscópica, otros mejoran la flexibilidad de la queratina, y otros refuerzan la función barrera para que esa humedad permanezca donde debe estar’’ nos cuenta.
¿Por qué es tan importante conocerlos? La respuesta para Chiyoung es bien sencilla: ‘’Porque cuando estos componentes empiezan a disminuir, por frío, calor, estrés o simplemente porque la piel cambia con el tiempo, el agua se escapa más rápido y la piel puede perder parte de su confort natural’’. Ahí es donde una rutina bien elegida muestra su verdadero poder. El skincare no reemplaza a los NMF, pero puede reforzarlos, rellenar lo que falta y devolverle a la piel una hidratación estable.
1. Aminoácidos
Si los NMF fueran un edificio, los aminoácidos serían sus cimientos. Representan la mayor parte de esta reserva natural de hidratación y su función es muy simple: retienen agua. Cada molécula funciona como un pequeño anzuelo capaz de captar humedad y mantener la piel flexible, elástica y con un tacto suave.

Pero pueden disminuir. A veces por exceso de exfoliación, por limpiadores que arrastran más de lo que deberían, por falta de hidratación sostenida o incluso por cambios hormonales y edad. Y cuando bajan, la piel lo nota rápido: tirantez, textura áspera, maquillaje que no asienta, sensación de “me falta algo”.
¿Qué productos ayudan a reponer aminoácidos en la piel?
Chiyoung responde: fórmulas que aporten aminoácidos o que imiten su función. Los sérums hidratantes y las cremas humectantes son opciones ideales capaces de retener humedad dentro del estrato córneo. ‘’No hace falta complicarse, un buen sérum hidratante con ácido hialurónico puede ser suficiente para devolver equilibrio y confort’’, dice.
2. Urea
La urea es otro pilar clave dentro del NMF. Se comporta como un humectante natural que no solo atrae agua, sino que también suaviza la superficie de la piel, ayudando a que se sienta flexible y menos áspera al tacto. Su efecto es doble: hidrata y afloja la unión entre las células muertas para que la descamación se reduzca y la textura se mantenga uniforme.

Puede disminuir por varios motivos: piel seca de base, ambientes con baja humedad o tratamientos exfoliantes frecuentes. También es común que baje con la edad, cuando la renovación celular se vuelve más lenta y la piel pierde capacidad de retener agua por sí sola.
¿Qué productos ayudan a potenciar la urea en la piel?
‘’Nuestro cuerpo produce urea de forma natural, por eso la mejor manera de potenciar su efecto es acompañarla’’ nos dice Chiyoung. Las cremas con urea en baja o media concentración son ideales cuando hay sequedad persistente o cuando la piel parece “no retener” la hidratación. Además en productos como geles de baño resultan especialmente útiles para quienes buscan alivio rápido sin sensación pesada, ese tipo de hidratación que se nota al instante y permanece.
3. Ácido láctico
El ácido láctico es un hidratante que también renueva. Dentro de los Factores Naturales de Hidratación actúa como un captador de agua, pero además ayuda a desprender suavemente las células muertas de la superficie. Ese doble efecto se traduce en una piel más lisa, más luminosa y con humedad estable.

¿Por qué puede disminuir? Porque la piel no siempre produce la misma cantidad. Factores como la edad, las rutinas poco hidratantes o incluso la falta de humedad ambiental pueden reducir su presencia. Cuando esto ocurre, la piel tiende a lucir más opaca, menos receptiva a los productos y con una textura menos fina.
¿Cómo podemos reforzar el ácido láctico en la piel?
Con productos que incluyan ácido láctico en bajas concentraciones, lo suficiente para mejorar la hidratación y promover una renovación suave sin irritar. Para Chiyoung, ‘’un serum con AHA bien formulado puede devolver luz y comodidad, especialmente en pieles apagadas o con textura irregular’’.
4. PCA y derivados
Este es uno de los favoritos de Chiyoung. A diferencia de otros humectantes que hidratan al instante pero se pierden rápido, el PCA trabaja a largo plazo: capta agua y la mantiene estable, como si regulara el “ritmo” de hidratación de la piel. Su gran valor está en la constancia. ‘’Es estabilidad, no solo humedad. Y eso lo hace diferente’’, nos comenta.

El clima seco es uno de los factores más evidentes cuando hablamos de su disminución, pero también la falta de hidratación tópica constante o una barrera cutánea debilitada. Cuando el PCA baja, la piel se vacía de agua más rápido y pierde esa sensación acolchada que asociamos con una piel joven y descansada.
¿Qué podemos hacer cuando nuestros niveles de PCA bajan?
La solución está en algo tan básico como encontrar una crema hidratante que de verdad te funcione. No la perfecta en teoría, sino la perfecta para tu piel. Como dice Chiyoung: ‘’Esa crema que usas sin pensarlo, que aplicas mañana y noche porque te hace sentir bien, porque notas la diferencia y porque tu piel la pide’’.
5. Glicerina
‘’A la glicerina le pasa algo curioso: nunca ha sido tendencia, pero nunca ha dejado de ser esencial’’ comenta Chiyoung entre risas. Es el humectante estable, el que retiene agua sin prisa y mantiene la piel flexible, con volumen y con esa comodidad que se siente antes de verse. Su rol no es solo atraer agua: también la sostiene cuando el clima aprieta, cuando la calefacción reseca o cuando el aire es tan seco que parece robar humedad.

La glicerina puede disminuir cuando la barrera cutánea está debilitada. A veces por un limpiador demasiado fuerte, por viento frío, por falta de protección o por una rutina que no ayuda a retener hidratación. Cuando baja, la piel pierde agua a un ritmo acelerado y aparece esa tirantez fina, incómoda, que ningún producto parece calmar del todo.
¿Cómo reforzar los niveles de glicerina en la piel?
Antes de añadir más hidratación, hay que cuidar lo que ya existe. ‘’Algunos limpiadores pueden ser demasiado agresivos y arrastrar más de lo necesario, y cuando eso ocurre la piel pierde agua incluso antes de aplicar la hidratante’’ responde nuestra experta. Por eso, para reforzar el glicerol natural, el primer paso es proteger.
Su recomendación es clara: “Lo mejor es introducir en la rutina un limpiador en aceite que respete la barrera cutánea”. Un producto así limpia sin deshidratar, mantiene el nivel de agua estable y deja la piel preparada, flexible y lista para conservar la hidratación durante el día.
6. Minerales y otros humectantes naturales
Llegamos a los últimos de nuestra lista, los reguladores más sutiles del NMF. Sodio, potasio, magnesio… no hacen ruido, no brillan en el INCI, pero trabajan como mediadores que equilibran el flujo de agua dentro de la piel. ‘’Su papel es que la hidratación se distribuya de forma uniforme, sin zonas más secas que otras, sin picos ni caídas bruscas’’, dice Chiyoung sonriendo.

Sus niveles pueden fluctuar por los mismos motivos que afectan al resto del NMF: climas extremos, barrera debilitada, deshidratación sostenida. Cuando los minerales bajan, la piel pierde esa capacidad de autorregularse y aparece la sensación irregular: partes más secas, otras más grasas, incomodidad sin explicación lógica.
¿Cómo cuidar los minerales de la piel?
Aquí no se trata solo de aplicar productos, sino de hábitos. La piel pierde más minerales cuando se moja demasiado que cuando está seca. ‘’Duchas largas, agua muy caliente o limpiar de más pueden diluirlos y arrastrarlos sin que lo notemos’’ dice Chiyoung. Por eso, la mejor forma de protegerlos es adoptar una rutina constante y amable: limpiar sin fricción, optar por fórmulas que respeten la barrera y mantener los pasos correctos de tu rutina.
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La piel funciona mejor cuando la cuidamos como ella nos cuida

Un limpiador amable, un serum con AHA, un hidratante que de verdad te guste, una crema que sea constante, no ocasional. No es una fórmula secreta, es una relación con tu piel. Chiyoung nos lo ha dejado claro: ‘’Todo funciona mejor cuando existe coherencia, cuando no perseguimos milagros sino equilibrio’’.
‘’Todo funciona mejor cuando existe coherencia, cuando no perseguimos milagros sino equilibrio’’.
Chiyoung Kang Park, Medical Marketing Specialist
Porque eso es lo bonito del skincare: no te exige perfección, solo constancia. Una rutina que te acompañe, que no pese pero que sostenga, que nutra lo que la piel ya sabe hacer sola. Al final, todo se resume en escuchar y mantener. La piel no olvida lo que la cuida.
Y un dato para llevarte contigo: tu piel se renueva aproximadamente cada 28 días. Es tiempo suficiente para ver cambios reales, siempre que exista compromiso. Ponlo en práctica, dale continuidad, y deja que tu piel te cuente el resto.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.

Chiyoung Kang Park
Chiyoung es una farmacéutica con una gran pasión por la cosmética. Graduada también en ADE y con un Máster en Dermofarmacia y Cosmética, une su pasión por el deporte al aire libre con el cuidado de la piel. Siempre activa, vive y aprecia ambas culturas hispano-coreanas, fusionando sus conocimientos y raíces en su vida profesional y personal.

