Mejor prevenir que curar: qué son las caries y cómo evitarlas

La caries dental es una de las enfermedades bucodentales más frecuentes. Nos afecta a todos, a pequeños y adultos. Según el Consejo de Dentistas en España, el 94% de los españoles de más de 35 años tiene caries. Y por lo que se refiere a términos mundiales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que 2.000 millones de personas padecen caries, mientras que 514 millones de niños las sufren en los propios dientes de leche.

Como vemos, es un problema que afecta a toda la familia. Hoy te contamos qué son las caries y cómo evitarlas. ¡Sigue leyendo!

¿Qué son las caries?

Las caries son una enfermedad infecciosa que se produce cuando la placa bacteriana metaboliza los hidratos de carbono, generando sustancias ácidas que reducen el pH y provocan la desmineralización del esmalte.

La caries dental es una de las responsables de la pérdida de dientes y, aunque su causa es multifactorial (saliva, higiene bucal, la microflora o el tipo de dieta), su prevención se basa principalmente en una buena y correcta higiene bucodental.

Principales causas de la aparición de las caries

Todas las personas que tienen dientes están en riesgo de tener caries, aunque algunas en mayor medida que otras. Entre los principales factores que podrían aumentar las posibilidades, destacan las siguientes:

• Cepillado inadecuado. Lavarse los dientes rápido y mal puede afectar gravemente a la formación de las caries. Además, dejar mucho espacio de tiempo entre la comida y el cepillado tampoco ayuda, ya que la placa bacteriana se formará más rápidamente.
• Exceso de azúcar. El azúcar hace que las bacterias de nuestra boca –que forman la placa bacteriana– produzcan un ácido que daña los dientes a largo plazo, rasgando poco a poco el diente hasta crear un pequeño agujero en el esmalte. Cuanto mayor sea la exposición al azúcar, mayor será la producción de ácido.
• Falta de flúor. El flúor ayuda a prevenir la aparición de la caries dental gracias a su acción protectora frente a los ácidos, así que su falta puede hacernos más vulnerables.
• Sequedad en la boca. Al igual que el flúor, la saliva también juega un importante papel protector. Las personas con sequedad en la boca tienden a producir menos saliva, por lo que pueden estar más expuestas a presentar riesgo de padecer caries.

¿Cuándo la caries dental es grave?

Existen diferentes tipos de caries según lo avanzada que esté la infección y el tratamiento variará en función de la gravedad.

Si la infección se coge a tiempo, bastará con realizar un empaste para ponerle remedio, pero si la infección ha llegado hasta la raíz del diente, es decir, el nervio, la cosa se complica. Este tipo de caries reviste de una mayor gravedad y pueden provocar la pérdida de la pieza dental si no se trata a tiempo. En estos casos, lo habitual es realizar una endodoncia, aunque será el propio dentista quien determine el procedimiento correcto.

Tip extra: utiliza productos con alto contenido en flúor y extracto de arándano rojo, como por ejemplo Bexident Anticaries de ISDIN para toda la familia. Gracias a su tecnología Cranpearls Teach, aporta una triple acción anticaries y antiplaca. Además, la colonización bacteriana impidiendo la formación de biofilm, precursor de la placa. También remineraliza, protege el esmalte y aporta una acción prolongada.

¿Cómo evitar las caries?

1. Cepíllate correctamente los dientes y mantén una buena higiene bucodental

La placa bacteriana, producida por los restos de alimentos acumulados entre los dientes, es el principal causante de la caries dental y otras infecciones, de ahí la importancia del cepillado diario para evitar las caries y tener una boca sana.

• Cepilla tus dientes 2 o 3 veces al día, después de las comidas. Hazlo suavemente, sin agredir la encía ni el diente, y durante 2/3 minutos, usando una pasta o gel dentífrico específico.
• Recuerda usar hilo dental.
• Utiliza también colutorio durante 30/60 segundos y no lo enjuagues con agua. 

¡Consejo! Para que los más pequeños adopten el hábito de cepillarse los dientes a diario, ¡hazlo con ellos! Tú eres su mejor ejemplo. 

Tip extra: utiliza productos con alto contenido en flúor y extracto de arándano rojo, como por ejemplo Bexident Anticaries de ISDIN para toda la familia a partir de los seis años. Gracias a su tecnología Cranpearls Teach, aporta una triple acción anticaries y antiplaca. Además, la colonización bacteriana impidiendo la formación de biofilm, precursor de la placa. También remineraliza, protege el esmalte y aporta una acción prolongada.

 2. Mantén una dieta sana y equilibrada

Hay una serie de alimentos que pueden ayudar a tus dientes a mantenerse sanos y fuertes, como las frutas y las verduras crudas, ya que son muy ricas en vitaminas y ayudan a limpiar los dientes y a evitar la inflamación de las encías.

La frase “comer cada día una manzana ayuda a la gente a estar sana” no es ningún mito. Morder una fruta o verdura de textura consistente –como el apio o la zanahoria– estimula la producción de saliva, promoviendo el equilibrio de pH en nuestra boca, lo cual evitará la acumulación de placa bacteriana.

Recuerda también hidratarte bien, ya que el agua puede ayudar a neutralizar las bacterias de la boca.

3. Intenta reducir la ingesta de azúcares

Evita alimentos azucarados (como los refrescos y los caramelos), especialmente aquellos que se consuman durante un período largo de tiempo, como por ejemplo las piruletas. Una solución es cepillarse los dientes justo después de la ingesta de alimentos azucarados. 

Busca alternativas a los dulces para tus hijos. Puedes sustituir algún dulce por la variedad sin azúcar o por frutas y chocolate con un porcentaje bajo de azúcar. 

4. Visita regularmente el dentista

Y por último, pero no por ello menos importante, ¡acude al dentista al menos una vez al año! Este especialista te ayudará a mantener tu boca sana y completará tu rutina de higiene bucodental, limpiando en profundidad aquellos rincones más complicados de acceder con el cepillado.