La importancia de seguir una higiene íntima adecuada

La zona íntima de la mujer es la parte más delicada del cuerpo. Nuestra flora vaginal sigue sus propias normas y para mantener su equilibrio hay que cuidarla de forma diferente al resto del cuerpo. ¡Te explicamos todo lo que hace falta saber!

¿Qué es la flora microbiana?

La flora microbiana vaginal (o microbiota vaginal) es el conjunto de microorganismos que viven en la zona íntima de la mujer. Es la mejor defensa del cuerpo ante las bacterias patógenas (dañinas) que alteran el equilibrio del área vaginal, así que es bueno ayudarla a estar sana.

Para mantenerla a un nivel saludable, el pH vaginal de la mujer fértil debe estar entre 4,5 y 5. Esta acidez impide que sobrevivan la mayoría de las bacterias externas perjudiciales para nuestra salud, como por ejemplo las del sistema digestivo. Este pH se mantiene porque las células de la vagina son propensas a acumular glucógeno que al metabolizarse se forma ácido láctico, fuente de la acidez vaginal.

El pH vaginal debe estar entre 4,5 . Esta acidez impide que sobrevivan la mayoría de las bacterias externas perjudiciales para nuestra salud.

¿Qué altera el pH íntimo?

  • Una higiene excesiva o la falta de ella
  • Utilizar compresas o tampones continuamente (por ejemplo para las pérdidas de orina o el exceso de flujo)
  • Vestir ropa demasiado ajustada y de tejidos poco adecuados
  • Automedicarse sin consultarlo con un especialista

Cuando el recuento microbiano es el correcto, se produce la homeostasis, es decir, el equilibrio perfecto, en el que los microorganismos que nos perjudican están controlados y se favorece la creación de los que nos ayudan. Las bacterias predominantes deben ser los lactobacilos (el 90% de la flora bacteriana de una mujer sana en edad fértil), pero también es normal encontrar algunos microorganismos procedentes del intestino (aunque no deben representar más del 1%).

Los lactobacilos son los encargados de producir el ácido láctico y cuando se unen al epitelio vaginal, se crea una biopelícula protectora que defiende a la zona y crea un entorno hostil para los microorganismos perjudiciales.

La importancia de la higiene íntima

La acumulación de restos de orina, menstruación o sudor; los cambios hormonales o las relaciones sexuales puede llegar a desestabilizar la flora vaginal de la mujer por lo que, para empezar, una buena higiene íntima pasa por mantener la región limpia y seca. Cuando nuestra higiene íntima no es la adecuada la zona puede picar, presentar eritemas (rojez) e incluso inflamación. Además, se dispara la posibilidad de contraer infecciones como candidiasis o cistitis y el mal olor puede provocar incomodidad.

Entre las patologías más comunes que podemos sufrir si no seguimos unas pautas correctas de higiene podemos encontrar las cistitis, las candidiasis, las vaginosis bacterianas o las tricomoniasis, así que, como ves, una buena higiene íntima es crucial para una buena salud.

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  • Betaína para hidratar y evitar la sequedad
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