Todo sobre la cuperosis: descubre qué es y cómo tratarla

A veces nuestra piel nos envía señales de que algo no va del todo bien. Nos miramos al espejo y notamos tirantez, sensibilidad o incluso zonas con una tonalidad más rojiza, pero no sabemos identificar la causa. ¿Es tu caso? No te preocupes: al igual que tú, aproximadamente el 50% de la población sufre rojeces e irritaciones en la piel1.

Algo habitual que se puede llegar a desarrollar en este tipo de pieles sensibles con rojeces, es la cuperosis. Hay quien la padece y no lo sabe. Por eso es tan importante aprender a conocer y entender nuestra piel. Solo así podremos darle el cuidado y la protección que se merece.

¿Qué es la cuperosis?

La cuperosis es una afección dermatológica caracterizada por la dilatación de los vasos sanguíneos de la zona facial y que provoca la aparición de rojeces de forma intermitente, aunque con el paso del tiempo se puede llegar a volver permanente. Estas rojeces también pueden venir acompañadas de la aparición de pequeñas venitas con forma de telas de araña, especialmente en las zonas de las mejillas, nariz y mentón.

Pero nada de alarmarse antes de tiempo. La aparición de rojeces en la piel no tiene por qué ser del todo preocupante. De hecho, es una reacción bastante común en la piel sensible cuando la sometemos a, por ejemplo, cambios bruscos de temperatura.

No obstante, si sentimos que esas rojeces van a más y no desaparecen, es ahí cuando debemos ir un paso más allá y determinar la causa. En este sentido, el Dr. Daniel Brualla, experto en dermatología, lo tiene claro: “Si notamos cambios en la piel, por pequeños que sean, debemos acudir al dermatólogo para analizar las causas y el estado de la piel”.

“Si notamos cambios en la piel, por pequeños que sean, debemos acudir al dermatólogo para analizar las causas y el estado de la piel”.

Causas y síntomas de la cuperosis

Aunque la sensación de ardor y calor en el rostro pueda estar presente, lo cierto es que el principal síntoma de la cuperosis es la telangiectasia, es decir, la aparición de telas de arañas vasculares con tonalidades rojizas debido a una la alteración de la microcirculación sanguínea de los capilares.

Esta alteración puede deberse a distintos factores. Algunos de los más habituales son:

  • Someter nuestra piel a cambios de temperatura muy bruscos o a factores climatológicos extremos (viento fuerte, mucho frío o calor intenso).
  • El consumo de tabaco y/o alcohol, ya que dicho consumo afecta negativamente a la microcirculación.
  • Cambios hormonales como la menstruación o el embarazo.
  • La exposición al sol sin la protección adecuada.
  • Situaciones de estrés puntuales o prolongadas en el tiempo.

Diferencias entre cuperosis y rosácea

Dado que la cuperosis y la rosácea tienen sintomatologías muy similares, a menudo tienden a confundirse, pero lo cierto es que NO son lo mismo. La cuperosis es una afección de la piel que puede llegar a desaparecer con el tiempo, mientras que la rosácea es una patología crónica.

No obstante, es importante mencionar que, si una piel con cuperosis no se cuida de forma correcta, esta afección podría llegar a desembocar en rosácea. Según el Dr. Daniel Brualla: “La cuperosis es uno de los signos clínicos principales en algún tipo de rosácea. La clave para detectarla y tratarla es un buen cuidado y tratamiento de nuestra piel”.

Consejos para prevenir o tratar la cuperosis

¿El mejor consejo para tratar o evitar la cuperosis? La prevención. Visita a tu dermatólogo de forma regular, limpia tu rostro cada día con productos específicos para piel sensible y fotoprotege tu piel del sol para mantenerla sana y protegida en todo momento.

Todos sabemos lo importante que es proteger la piel de la radiación solar durante todo el año, pero cuando se padece cuperosis, se vuelve aún más primordial. Y es que los rayos UV afectan a la elasticidad de las paredes de los vasos capilares, por lo que no protegerse adecuadamente puede llegar a provocar importantes brotes en la piel.

En este sentido, Redness, el nuevo lanzamiento ISDIN, es perfecto para el cuidado de la piel sensible propensa a rojeces. Su alta protección contra los rayos UVB/UVA y la luz visible ayuda a prevenir el daño que este tipo de radiación produce en la piel, además de ayudar a calmar la sensación de irritación y reducir visiblemente las rojeces de la piel ¡en tan solo 14 días! Añade Redness a tu rutina de cuidado facial, y cuida tu piel como se merece.

Referencias
1Escalas J, Segura R, Guerra A. La piel sensible. Revista Más Dermatología [en línea]. Consultado en mayo de 2023: https://masdermatologia.comPDF/0077.pdf


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Nuestro homónimo encarna el espíritu de abrazar la vida y todas sus maravillas. Como periodistas especializaciones en la salud y bienestar de la piel, exploramos temas que vigorizan los sentidos y mantienen viva la curiosidad. Creemos que una piel radiante es el resultado de un cuerpo y una mente saludables. Tejiendo belleza con ciencia, nuestro objetivo es inspirarte a vivir joven en cada edad.

Medical Communication Manager en ISDIN | + posts

Aparte de una década ejerciendo como médico de atención primaria, Aurora cuenta con más de 23 años de experiencia en el ámbito del desarrollo y la comunicación especializada de productos sanitarios, y se ha enfocado principalmente en dermocosmética en los últimos años. Es coautora de numerosas publicaciones en revistas dermatológicas y ponente habitual en conferencias internacionales sobre salud y belleza.

Ref: Colegio de Médicos de Madrid, número 282840102.