Te acompaña en los momentos más divertidos de tu vida, ya sea en largos días de playa y piscina, aventuras en la montaña o paseos entre rascacielos. Llueva, nieve, haga sol o los días se nublen, es un imprescindible en cada ocasión. ¿Sabes ya de qué hablamos?
El fotoprotector es el must de tus rutinas diarias y de tus escapadas, por eso, en la nieve no iba a ser menos. De hecho, en este caso, cobra más importancia que nunca.
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Invierno, nieve y fotoprotección
En los fríos meses de invierno, la escapada de relax perfecta tiene forma de viaje a la nieve, un escenario ideal para desconectar mientras disfrutas de la naturaleza y tus deportes de invierno favoritos. Las montañas blancas nos ofrecen un escenario mágico donde creamos recuerdos inolvidables, y entre risas y emociones, a veces olvidamos lo importante que es cuidar nuestra piel en climas fríos y entender cómo el sol juega con ella.
Los planes por hacer son muchos: senderismo, mejorar tu técnica de esquí o tomar un buen chocolate caliente observando paisajes nevados. Pero en todas estas actividades hay un denominador común: la radiación solar. Adaptar nuestra rutina facial al invierno es esencial, pero tener un cuidado extra cuando estamos en la nieve también.
- La nieve refleja hasta un 80% de la radiación ultravioleta (UV) del sol, una cifra cuatro veces mayor que la del agua1. ¿Increíble, verdad? Este fenómeno no solo resalta la magia del entorno, sino que también te expone a una cantidad considerable de radiación solar.
- Estás a mayor altitud: en zonas de alta montaña (como estaciones de esquí), la altitud es mayor. Y a mayor altitud, mayor porcentaje de radiación UV, lo que aumenta el riesgo de daño solar.
- Aquí entra el efecto acumulativo: la piel tiene memoria y una exposición continua a la radiación sin la protección adecuada puede provocar daños como manchas solares, fotoenvejecimiento o aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer de piel.
- Existe una mayor reflexión: la nieve actúa como un espejo natural, lo que significa que puede reflejar el sol en lugares inesperados y en zonas de la piel que normalmente no están tan expuestas, como la parte inferior de tu barbilla.
Tus aliados en la nieve (¡y en todas partes!)
La fotoprotección solar es esencial para preservar la salud y vitalidad de tu piel, pero sobre todo para que tus escapadas invernales no solo sean emocionantes, sino también seguras.
Si ya tienes tu rutina de cuidado de la piel bien aprendida, las maletas listas y muchas ganas de disfrutar, solo te queda incluir en tu equipaje a los mejores aliados para la nieve.
Para cada día:
Enamorados de las grandes pistas de esquí, de las aventuras de montaña, los paseos con raquetas o simplemente cualquier actividad física: vuestro acompañante perfecto es Fusion Water MAGIC.
Este fotoprotector facial ultraligero hidrata tu piel a la vez que la protege de los rayos UVB/UVA con su SPF 50. ¡No habrá altitud que se te resista!
Para las que buscan un toque de color:
Amantes del après-ski, de los outfits a la última, de las charlas con amigos y los selfis en la montaña: vuestro acompañante perfecto es Fusion Water Color.
Este fotoprotector solar facial tiene todos los beneficios de Fusion Water MAGIC, pero añade un toque de color para un efecto buena cara. Disponible en 3 tonos diferentes, podrá acompañarte en todos los planes.
Para todos:
No importa el tipo de plan, en cualquier escapada invernal, hidratar tus labios es lo que necesitas para decir adiós a la sequedad y a las grietas.
Para ti, querido amante del invierno, disfruta del viaje y asegúrate de tener siempre a mano un protector labial con SPF 50.
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Y como en toda preparación, nunca está de más tener algunos tips extra:
→ No te olvides de proteger tu mirada; las gafas de sol son imprescindibles en verano, pero también en invierno.
→ Termina y comienza tu día con una buena limpieza facial, es la clave para que los productos de tu rutina funcionen como esperas.
→ Si tu piel ha sufrido mucho durante la jornada, dale el toque final con un aftersun.
Todos tenemos ese amigo o amiga que vuelve de la nieve con las mejillas enrojecidas, los labios agrietados y alguna que otra zona del rostro con escamas. Dado que todos estos pequeños inconvenientes son evitables, te animamos a contarle cómo puede disfrutar de la nieve sin preocupaciones. ¡Su piel te lo agradecerá!
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.
