En un mundo que parece abrumado por el cambio climático, donde las noticias a menudo pesan más que las esperanzas, surge una voz que irradia energía positiva y acción con propósito: Carlota Bruna. En el último episodio del podcast Happy Healthy Beautiful Lives de ISDIN, la activista, nutricionista y divulgadora nos lleva de la mano por su viaje personal y profesional con un mantra poderoso y sencillo: Somos lo que cuidamos.
Más que un eslogan, esta frase encierra una filosofía de vida que une salud, sostenibilidad y amor por los animales. Carlota nos recuerda que la sostenibilidad no es una meta inalcanzable ni un lujo reservado para pocos, sino una práctica que se construye en cada decisión que tomamos, desde el desayuno hasta la forma en que nos movemos por la ciudad.
Una filosofía que también nos inspira en ISDIN: a cuidar de las personas sin olvidar el cuidado del planeta, a innovar con responsabilidad y a elegir siempre el camino más respetuoso con nuestro entorno. Porque creemos que el bienestar verdadero solo es posible cuando se hace desde el equilibrio.
Índice de contenidos
Un despertar temprano frente a la crisis ambiental
La conciencia ambiental de Carlota despertó muy joven, influenciada también por su familia. Su abuela y su madre le ayudaron mucho a desarrollar el sentimiento de empatía. Su abuela solía decirle: “la tierra nos está hablando, y nos está diciendo que está sufriendo mucho”. Aunque en ese momento Carlota no lo entendía, esa idea plantó una semilla en ella.
Cuando las palabras “cambio climático” comenzaban a aparecer en los medios y las imágenes de incendios forestales o especies desapareciendo le generaban una mezcla de tristeza e impotencia, lejos de quedarse paralizada, encontró en Jane Goodall una inspiración que le hizo comprender algo fundamental: cada persona puede marcar la diferencia, por pequeña que sea. Esa semilla fue la chispa que la impulsó a usar las redes sociales para compartir esperanza y mostrar caminos posibles hacia un futuro más sostenible.
Activismo en la vida real: cada día cuenta
Para Carlota, cuidar el planeta no es solo sumarse a grandes causas o manifestaciones, sino transformar nuestra vida cotidiana. Desde cómo comemos, cómo elegimos nuestra ropa o hasta cómo nos desplazamos, todo importa. “Hay tantas cosas que puede hacer una persona a nivel individual”, dice, porque el poder no está solo en manos de empresas o gobiernos, sino en las decisiones que tomamos día a día.
“Hay tantas cosas que puede hacer una persona a nivel individual”.
Carlota Bruna, divulgadora y activista por el medio ambiente.
Su compromiso se refuerza con su papel como embajadora del Pacto Europeo por el Clima, una red vibrante que reúne a personas, instituciones y empresas unidas por el mismo objetivo: proteger el planeta. Para Carlota, formar parte de esta comunidad es como un refugio y un motor constante que la inspira a vivir y compartir ese mensaje con autenticidad.
Mediterráneo, su hogar azul y frágil
El Mediterráneo es para Carlota mucho más que un mar; es su hogar, la tierra que la vio crecer y que hoy sufre la amenaza de la contaminación, el abandono y el cambio climático. Esta realidad no solo la conmueve profundamente, sino que también la impulsa a actuar y apoyar iniciativas concretas que buscan devolverle al mar su esplendor y salud. Entre ellas, destacan los Bluewave Days, un proyecto que desde ISDIN impulsamos con pasión y compromiso.
Para Carlota, apoyar este tipo de iniciativas es fundamental porque cree firmemente que solo a través de la colaboración y el compromiso colectivo será posible revertir el daño causado al Mediterráneo. No se trata solo de proteger un paisaje bonito, sino de preservar un ecosistema vital que sostiene la vida, la cultura y la economía de millones de personas.
“La combinación de todos —empresas, científicos, soñadores y gobiernos— es la clave para que la esperanza se convierta en cambio real”, afirma con la convicción de quien ama profundamente su tierra y sabe que el futuro está en manos de quienes deciden cuidar y actuar hoy.
Cuerpo y mente en sintonía con la naturaleza
Para Carlota, cuidar el planeta va de la mano con cuidar de nosotros mismos. La alimentación es una parte esencial de ese cuidado: su decisión de hacerse vegana, como cuenta en su primer libro “Camino a un mundo vegano”, fue firme y desde el corazón, aunque reconoce que cada persona debe encontrar su propio ritmo para reducir el consumo de productos animales, sin presiones ni buscar la perfección. Lo fundamental es que el cambio sea sostenible en el tiempo y hecho desde la coherencia personal.
Pero cuidarse no termina en el plato. Carlota integra en su día a día hábitos que le permiten alinear cuerpo y mente con la naturaleza. Practica deporte al aire libre, medita y acude a terapia, porque para ella la salud mental es la prioridad número uno. Estar en contacto con la naturaleza, disfrutando del momento presente y rodeada de las personas que ama, es la fuente de felicidad auténtica que la conecta con lo que realmente importa.
El cambio empieza ahora
El mensaje de Carlota busca la acción desde lo posible. ¿Sus tips principales?
- Reducir el consumo.
- Elegir una alimentación más sostenible.
- Moverse de forma ecológica.
- Y, sobre todo, votar con conciencia, porque es cuando se hacen los grandes cambios.
“¿Te imaginas que un día las noticias digan que hemos revertido el cambio climático? Ojalá lleguemos a ese momento”.
Carlota Bruna, divulgadora y activista por el medio ambiente.
Somos lo que cuidamos es una invitación a vivir con sentido, transformando cada pequeño gesto en un acto de amor por la vida. En un mundo que busca referentes, Carlota Bruna se convierte en ese faro que ilumina el camino hacia una belleza auténtica, sostenible y profundamente humana.
¡Escucha el episodio completo con Carlota Bruna en nuestra app!
Artículo escrito y revisado por:
Sara Iborra
Sara es copywriter creativa y estratega de marca. Vive entre palabras y conceptos, siempre con un ojo en las tendencias y otro en cómo convertirlas en ideas que conecten. Su pasión por el skincare va más allá de lo personal: es su excusa perfecta para experimentar, descubrir y comunicar con propósito. ¿Sus imprescindibles? Un buen cacao y una crema solar facial bien ligera.
