Hablar con naturalidad es el primer paso para cuidar bien de nuestra salud íntima. La higiene vaginal es un tema que genera muchas dudas, pero pocas veces nos atrevemos a preguntarlas abiertamente. No debería ser un tabú: el 75% de las mujeres padecerán una infección vaginal una vez en la vida, y la mitad de ellas la padecerá entre 2 y 4 veces al año.
La flora vaginal tiene su propio equilibrio, y mantenerlo requiere atención y cuidados específicos. En este artículo, mujeres reales comparten sus experiencias y nos ayudan a entender mejor cómo cuidar la zona más delicada del cuerpo.
Índice de contenidos
Empecemos por lo esencial: ¿qué es la flora vaginal?
La flora microbiana vaginal (o microbiota vaginal) es el conjunto de microorganismos que viven en la zona íntima de la mujer. Estos pequeños huéspedes son fundamentales para la homeostasis de tu organismo, es decir, para alcanzar el equilibrio perfecto: aquel en el que los microorganismos que nos perjudican están controlados y se favorece la creación de los que nos ayudan.
La flora vaginal, en pocas palabras, te protege de la invasión de otros microorganismos que pueden ser dañinos. Para mantenerla a un nivel saludable, el pH vaginal debe situarse entre 4,5 y 5. Esta acidez impide que sobrevivan la mayoría de las bacterias perjudiciales para nuestra salud.
Hablemos más sobre el pH

En tu pH, las bacterias predominantes deben ser los lactobacilos (el 80-90% de la flora bacteriana de una mujer sana en edad fértil). Los lactobacilos son los encargados de producir el ácido láctico y de tapizar el epitelio vaginal para crear un entorno hostil para los microorganismos perjudiciales.
Pero el pH no tiene un valor constante, puede alterarse a lo largo de tu vida, cuando te enfrentas a estados fisiológicos importantes como la pubertad, la llegada de la menstruación, el posparto o la menopausia. Y también puede verse afectado cuando te bajan las defensas, por el uso de antibióticos o los hábitos de higiene personal.
‘’Después del parto, mi zona íntima no volvió rápidamente a su estado natural. Estuve un par de semanas con irritación y exceso de flujo. Por suerte, fue algo temporal y los consejos de mi ginecóloga fueron geniales y más que suficientes”.
Lucía
Factores que alteran el pH de tu zona íntima
¿Alguna vez has sentido picor, hinchazón o una molestia inesperada en tu zona íntima? No estás sola. La mayoría de las mujeres experimenta estas sensaciones en algún momento de su vida.
Entender por qué ocurren es clave: muchas veces, estos cambios son señales de que el pH vaginal está alterado. Y conocer sus causas es el primer paso para prevenir futuros desequilibrios.
¿Qué puede estar detrás de esta alteración? Vamos a descubrirlo juntas.
1. Una higiene excesiva o la falta de ella
Limpiar la zona en exceso o el uso de duchas vaginales, puede alterar el equilibrio natural de la flora, eliminando bacterias beneficiosas y causando irritación, además de la pérdida de aceites esenciales que mantienen la zona íntima saludable. La ausencia de cuidado, por otra parte, puede aumentar el riesgo de infecciones e irritaciones.
Todo en exceso es malo, incluso lo bueno. La clave está en mantener un equilibrio en tu limpieza, ni excesiva ni insuficiente. Con 1 o 2 veces al día es suficiente.
2. Utilizar compresas o tampones continuamente

Fuera del período menstrual y sin una indicación médica concreta, su uso prolongado puede alterar el equilibrio natural de la zona íntima y favorecer la proliferación de bacterias. Reserva estos productos para momentos puntuales, como durante la menstruación o cuando lo indique tu médico. Y si buscas una opción diferente, valora alternativas como la copa menstrual.
Si notas un exceso de flujo, lo mejor es que hables con tu ginecólogo.
3. Vestir con ropa muy ajustada y tejidos inadecuados
Esto puede generar una acumulación de humedad en la zona, lo que favorece el desarrollo de hongos u otro tipo de infecciones. Opta siempre que sea posible por tejidos transpirables y evita materiales sintéticos.
Si hablamos de ropa interior, la mejor opción es la de algodón, para permitir una buena ventilación y reducir la acumulación de humedad.
4. Automedicarse sin consultarlo con un especialista
Ante cualquier cambio en la zona íntima, la mejor solución siempre será consultar a un profesional. La automedicación y el uso incorrecto de productos como cremas o supositorios puede tener más efectos negativos que positivos.
Ante cualquier duda hablar siempre con tu médico de confianza. Sabemos que la higiene íntima es un tema sobre el que todavía existe mucha desinformación y que puede dar vergüenza, pero no estás sola.
“Hubo un momento en el que noté mi zona íntima más seca de lo normal. No le di mucha importancia y utilicé una crema que tenía en casa. Al final, causé más irritación y acabé consultando a un médico (con un poco de vergüenza). Más allá de la anécdota, he aprendido la importancia de cuidar la zona con productos específicos recomendados por un profesional’’.
Ángela
¿Cómo puedo detectar una infección vaginal?

La mayoría de las infecciones vaginales se manifiestan con síntomas como picor, escozor, cambio en el flujo y enrojecimiento. En estas situaciones, enfrentamos a veces problemas como la candidiasis, la cistitis o la vaginosis.
“Cuando experimenté candidiasis por primera vez, me encontré en un territorio desconocido. Aunque había oído hablar de la afección a través de amigas, enfrentarla personalmente fue una experiencia completamente diferente. Fue un alivio descubrir que no estaba sola y que mi médico tenía soluciones efectivas. Su recomendación de unos óvulos resultó ser la clave para recuperar mi bienestar”.
María
Este tipo de condiciones son bien conocidas entre nosotras, y aunque hablarlo con amigas y recurrir a remedios caseros puede ser tentador, lo correcto siempre es consultar a un médico, especialmente si la infección se repite con frecuencia en un corto período de tiempo.
¿Es normal notar cambios en el flujo?
El flujo es algo completamente normal y, de hecho, muy positivo. Este gran desconocido está formado en el 90-95% de los casos por agua, y sus características, cantidad y composición no son siempre las mismas. Depende mucho de tu estado hormonal y de tu ciclo menstrual.
Un aumento o disminución del flujo sin otros síntomas alarmantes, como mal olor o cambios en el color, no es algo que generalmente debería de preocuparte.
Una flora vaginal saludable día a día
A la hora de cuidar nuestra zona íntima, nos enfrentamos a una variedad de opiniones y opciones. Pero recuerda, tu opinión es la que más importa, ya que es tu cuerpo.
Lo más importante que debes tener en cuenta son los productos que utilizas. Algunos geles de baño convencionales pueden contener compuestos que alteran el pH vulvo-vaginal. Por esta razón, la mejor manera de protegerte es usar geles de baño específicos para la zona, que la limpien, pero ayuden a mantener su equilibrio natural.
Elige un gel que respete tu flora vaginal
Los geles íntimos específicos no solo limpian, también hidratan, calman y ayudan a preservar el equilibrio natural de la flora vaginal. Un buen ejemplo es ISDIN WOMAN Higiene Íntima, un gel íntimo de uso diario con BioecoliaⓇ para reforzar la flora beneficiosa, betaína para evitar la sequedad y ácido láctico para respetar el pH fisiológico.

‘’Es lo que es… Y funciona estupendamente. Lo uso a diario y he notado una mejoría, además, tiene un olor muy agradable y no reseca la piel’’.
Marina
Adiós al tabú
La salud íntima no debería ser un tema incómodo. Es parte esencial de tu bienestar, y hablar de ella con naturalidad es también una forma de cuidarte. A lo largo de este artículo hemos explorado cómo funciona tu flora vaginal, qué señales indican un desequilibrio y cómo puedes cuidarla en el día a día, desde el tipo de gel que usas hasta la ropa interior que eliges.
Pero transformar el cuidado íntimo en algo normalizado no depende solo de lo que haces, sino también de lo que decides compartir. Cuando rompes el silencio, inspiras a otras. Cuando hablas sin filtros, creas espacios de confianza. Tu ginecólogo o ginecóloga está para escucharte y acompañarte, pero también lo están tus amigas, tu entorno, y sobre todo, tú misma.

Hablemos claro, hablemos entre nosotras.
Porque cuidarte también es atreverte a hablar. Y al hacerlo, te conviertes en parte del cambio.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.