Con una trayectoria consolidada en el mundo de la moda y la belleza —donde ha trabajado con rostros como Eugenia Silva, María Pombo o María Fernández-Rubíes—, defiende una visión serena del maquillaje: una que empieza por cuidar la piel, respetar su ritmo y celebrar lo que ya tenemos, en lugar de esconderlo.

