Seguro que últimamente has oído hablar de skin cycling, la tendencia beauty que no deja de aparecer en TikTok e Instagram y que muchos skinfluencers ya han convertido en su mantra de cuidado facial. Lo curioso es que este método no es tan nuevo como parece: en realidad, puede que incluso lo estés aplicando sin saberlo. (En cuyo caso, ¡chapeau!)
Para entender qué es realmente el skin cycling, cómo aplicarlo en tu rutina de skincare y si de verdad funciona como promete, nos sentamos con la Dra. Andrea Combalia, dermatóloga y apasionada por el cuidado de la piel. Juntos vamos a descifrar este fenómeno viral y descubrir si merece un lugar fijo en tu neceser. ¿Te animas a descubrirlo?
Índice de contenidos
¿Qué es el skin cycling?
Empecemos por el principio. El término skin cycling fue acuñado por la dermatóloga estadounidense Dra. Whitney Bowe, y hace referencia a un ciclo de cuatro noches que organiza de forma inteligente los activos de tu rutina de skincare:
- Noche 1: exfoliación.
- Noche 2: retinoides.
- Noches 3 y 4: descanso e hidratación.
Después, el ciclo vuelve a empezar. Así, el skin cycling se convierte en una manera sencilla de estructurar tu rutina nocturna y potenciar los resultados sin dañar la barrera cutánea.
¿Por qué se ha vuelto tendencia el skin cycling?
La realidad es que no se trata de una técnica revolucionaria. Como nos explica la Dra. Andrea Combalia (@pielsanaincorporesano): “Los dermatólogos solemos recomendar un uso progresivo de los distintos activos, especialmente aquellos que pueden ser potencialmente irritantes”.
“Los dermatólogos solemos recomendar un uso progresivo de los distintos activos, especialmente aquellos que pueden ser potencialmente irritantes”.
Dra. Andrea Combalia
Es decir, muchas personas ya lo hacían sin saberlo. Entonces, ¿qué tiene de especial el skin cycling? Básicamente, pone nombre a una práctica sencilla y efectiva que ayuda a ordenar tu skincare y evitar errores comunes.
La barrera cutánea: el secreto detrás del skin cycling

Uno de los grandes aciertos del skin cycling es que protege y respeta la barrera cutánea, ese escudo natural que mantiene la piel sana. El error más común es abusar de exfoliantes o retinoides creyendo que “más es mejor”. La Dra. Andrea Combalia lo resume con claridad: “He visto muchos pacientes que cometen el mismo error: no tienen en cuenta la importancia de mantener una buena función barrera”.
Ese equilibrio entre noches de tratamiento y noches de recuperación es lo que permite que los ingredientes activos trabajen de verdad y que tu piel luzca más fuerte y saludable.
Rutina de skin cycling en 4 fases

“¿Verdad que si nunca has pisado un gimnasio no te lanzarías a correr una maratón?”, comenta con una sonrisa la Dra. Andrea Combalia. “Pues con la piel pasa lo mismo: hay que entrenarla poco a poco, cuidarla y dejarla descansar”.
Y justo esa es la esencia del skin cycling: alternar noches de tratamiento con noches de recuperación para que la piel se fortalezca sin sobrecargarla. El ciclo consta de cuatro noches, cada una con un objetivo muy claro. Juntas, forman una rutina equilibrada que potencia los ingredientes y respeta tu función de barrera.
1. Fase 1: exfoliación para renovar la piel
La primera noche es el turno de los exfoliantes químicos. Ingredientes como el ácido glicólico (uno de los alfahidroxiácidos más conocidos) estimulan la renovación celular, ayudan a mejorar la textura de la piel y potencian la luminosidad natural del rostro. Además, al eliminar las células muertas de la superficie, preparan la piel para que los siguientes ingredientes activos de la rutina se absorban mejor.
Nuestra recomendación: la gama Glicoisdin, ya que ofrece diferentes concentraciones de ácido glicólico que te permiten adaptar el nivel de intensidad según tu piel y tu experiencia.

Importante: nunca combines exfoliantes y retinoides en la misma noche; deja los segundos para el día siguiente.
3. Fase 2: retinoides
En la segunda noche del skin cycling entra en juego el gran protagonista del cuidado antiedad: los retinoides. Dentro de esta familia encontramos el retinol, el ácido retinoico y también el retinal o retinaldehído, una de las formas más potentes y estables de vitamina A.
El retinal es especialmente valorado porque actúa más rápido que el retinol en la estimulación de la renovación celular y la producción de colágeno, y al mismo tiempo resulta más tolerable que el ácido retinoico. En otras palabras: ofrece eficacia visible con menos riesgo de irritación. Y esa es precisamente la clave de la que hablábamos con la Dra. Combalia: buscar una rutina que potencia resultados sin poner en peligro la barrera de la piel.
Pruébalo en contornos de ojos o en sérums.

Fase 3: noche de descanso
Tras dos noches de activos potentes, llega el momento de darle un respiro a la piel. El objetivo de la tercera noche es claro: regenerar la barrera cutánea y devolver la hidratación.
Ingredientes como el ácido hialurónico, las ceramidas o la niacinamida funcionan como aliados perfectos para retener agua y reforzar la función protectora de la piel.
Una rutina ideal sería:

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Fase 4: mucha hidratación
La cuarta noche mantiene el espíritu de recuperación, pero es el momento perfecto para regalarle a tu piel un plus de mimos y nutrición. Aquí puedes apostar por texturas más ricas, bálsamos reparadores o mascarillas nocturnas que calmen, hidraten y refuercen las defensas antioxidantes.
Algunas ideas:
- Un contorno de ojos con ácido hialurónico, ideal para hidratar y alisar la zona más delicada del rostro.
- Fórmulas con péptidos, que favorecen la reparación celular.
- Texturas nutritivas si tu piel es más seca o necesitas una dosis extra de confort.
De este modo, al llegar al final del ciclo, tu piel no solo está luminosa y fortalecida, sino también lista para reiniciar con una nueva fase de exfoliación sin comprometer su barrera protectora.

Y no olvides que la hidratación también empieza desde dentro: beber suficiente agua y descansar bien marcará la diferencia en cómo se ve y se siente tu piel al día siguiente.
¿Y qué pasa con el resto de ingredientes?
Hemos hablado de exfoliantes y retinoides, pero no son los únicos protagonistas. Ingredientes como el ácido salícilico, el bakuchiol o la vitamina E también pueden formar parte de tu rutina, sobre todo en las noches de descanso o en el cuidado de día. La clave está en no saturar: limita tu skincare a uno o dos ingredientes activos complementarios y deja que tu piel respire.
En definitiva, el skin cycling no es una moda vacía, sino una manera sencilla y eficaz de ordenar tu rutina respetando lo más importante: la barrera cutánea. Como bien nos recuerda la Dra. Andrea Combalia: “Ya sea siguiendo el skin cycling o alternando días de exfoliación o retinización con días de descanso, menos es más. ¡Tu piel te lo agradecerá!”
“Ya sea siguiendo el skin cycling o alternando días de exfoliación o retinización con días de descanso, menos es más. ¡Tu piel te lo agradecerá!”
Dra. Andrea Combalia
Porque al final, cuidar tu piel no se trata de hacer más, sino de hacer mejor. Y esa es la verdadera filosofía detrás del skin cycling.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.