El embarazo nos transforma. Es un viaje de amor profundo, de creación, de vida. Pero también es un tiempo en el que la piel —esa frontera delicada entre el mundo y nosotras— se estira, cambia y deja huellas. Hasta un 90% de las mujeres embarazadas desarrollan estrías, pequeñas líneas que aparecen, a veces en silencio, como testigos del crecimiento de una nueva vida.
Estas marcas, aunque naturales y comunes, pueden despertar emociones encontradas: orgullo, ternura… o inseguridad. Pero entender por qué aparecen y cómo podemos prevenirlas o suavizarlas es el primer paso para vivir esta etapa con más amor hacia nuestro cuerpo y todo lo que es capaz de crear.
Índice de contenidos
- 1 ¿Qué son las estrías?
- 2 Las estrías en el embarazo
- 3 ¿Cómo reducir la apariencia las estrías durante el embarazo?
- 4 Usa una crema antiestrías cada día: hidrata, protege y fortalece tu piel
- 5 Complementa con un aceite corporal: el toque final de nutrición y suavidad
- 6 Cuidar tu piel es cuidar la historia de tu cuerpo
¿Qué son las estrías?

Las estrías cutáneas son pequeñas rupturas en las fibras de colágeno y elastina de la piel, las encargadas de darle firmeza y elasticidad. Estas microlesiones se producen cuando la piel se estira más rápido de lo que puede adaptarse, lo que provoca la aparición de líneas visibles en la superficie.
Aunque pueden manifestarse a cualquier edad y en ambos sexos, son mucho más frecuentes en las mujeres, especialmente durante etapas de cambios hormonales intensos como la pubertad, el embarazo o el posparto.
Según su fase de evolución, existen dos tipos principales de estrías:
- Estría roja (fase inflamatoria): aparece con un tono rosado, violáceo o púrpura. En esta etapa inicial, la piel aún conserva cierta capacidad de regeneración, por lo que es posible reducir su progresión y mejorar su aspecto.
- Estría blanca (fase cicatricial): con el tiempo, el color se aclara hasta volverse blanco nacarado. En esta fase, la estría ya es una cicatriz y resulta más difícil de tratar, aunque se pueden mejorar su textura y visibilidad.
Las estrías en el embarazo

Ahora que ya sabemos qué son las estrías, hablemos de uno de los momentos en los que más suelen aparecer: el embarazo. Durante estos meses de transformación, la piel realiza un esfuerzo extraordinario para acompañar el crecimiento del bebé, y ese estiramiento, sumado a los cambios hormonales, puede provocar la aparición de las temidas líneas.
El aumento del volumen corporal y las variaciones hormonales —tan propias de la gestación— hacen que la piel pierda parte de su elasticidad natural, facilitando la aparición de las estrías. No todas las mujeres las desarrollan, pero factores como la edad, la genética o el ritmo de aumento de peso pueden influir en su aparición.
¿En qué trimestre aparecen las estrías?
No hay una regla exacta, pero la mayoría de las mujeres empiezan a notar las primeras estrías a partir del segundo trimestre. En esta etapa, el vientre crece más rápidamente por el desarrollo del bebé, y la piel se estira para adaptarse al nuevo volumen.
Las zonas más propensas son el abdomen, los senos, las caderas, los glúteos y los muslos. Aunque cada cuerpo es diferente, mantener la piel nutrida, flexible y cuidada puede marcar una gran diferencia.

Antes de hablar de cremas, aceites o tratamientos, respira un momento y mírate con ternura. Cada marca, cada línea, cada pequeño cambio en tu piel cuenta una historia de vida. Son las huellas de un cuerpo que ha sabido transformarse, proteger, nutrir… y dar vida.
Aun así, es completamente natural querer cuidar la piel y prevenir que aparezcan nuevas. Y aquí sí podemos actuar: prevenir es la mejor forma de mantener la piel fuerte y elástica.
¿Cómo reducir la apariencia las estrías durante el embarazo?
Sabemos que una vez las estrías llegan a su fase cicatricial, no existe un tratamiento capaz de eliminarlas por completo. En ese punto, los cuidados tópicos pueden mejorar su textura y color, pero no borrarlas del todo. Si se busca un resultado más profundo, lo ideal es consultar con un dermatólogo, quien podrá recomendar técnicas más avanzadas como láser, radiofrecuencia o microagujas.
Pero la auténtica clave está en prevenir su aparición, y para ello, la constancia es tu mejor aliada.
Una de las estrategias más efectivas es incorporar un dúo de cuidado diario: crema antiestrías y aceite nutritivo. Esta combinación ayuda a mantener la piel fuerte, elástica y preparada para acompañar cada cambio del embarazo.
Usa una crema antiestrías cada día: hidrata, protege y fortalece tu piel
Los datos lo avalan. Un estudio publicado en la revista Piel, realizado por ginecólogos y matronas del Hospital Universitario Materno Infantil de Canarias, demostró que el uso de productos antiestrías específicos, frente a hidratantes convencionales, ofrece resultados significativamente mejores:
- Reduce la aparición de estrías gravídicas.
- Disminuye la gravedad de las nuevas estrías.
- Mejora la calidad de vida de las mujeres embarazadas.
En resumen: prevenir funciona. Y hacerlo con productos formulados para las necesidades reales de la piel en esta etapa puede marcar la diferencia.
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Su fórmula combina activos de eficacia demostrada:
- Centella asiática, que estimula la regeneración de los tejidos y la producción de colágeno y elastina.
- Aceite de rosa mosqueta, con un potente efecto regenerante y nutritivo.
- Manteca de shorea y vitamina, que hidratan en profundidad y refuerzan la elasticidad de la piel.
Su textura fluida y sedosa facilita la aplicación diaria con un masaje suave. Un gesto sencillo que, día tras día, fortalece la piel y la mantiene más flexible, acompañando los cambios del cuerpo con comodidad y confianza.
Complementa con un aceite corporal: el toque final de nutrición y suavidad
Después de hidratar, llega el momento de sellar la hidratación y mimar la piel. Los aceites corporales no solo dejan un acabado sedoso: su composición rica en ácidos grasos esenciales y antioxidantes refuerza la barrera lipídica, mejora la elasticidad y reduce la pérdida transepidérmica de agua (TEWL)—uno de los factores que favorecen la formación de estrías—.
Entre las opciones más completas destaca ISDIN Woman Body Oil, un aceite multibeneficio con un 92 % de ingredientes de origen natural, apto incluso para todo tipo de pieles.

Su exclusiva fórmula combina el Óleo Soft Repair Complex —una mezcla de aceites vegetales mediterráneos como el de oliva, almendra, linaza y borraja— con Schisandra chinensis y vitamina E, proporcionando:

- Efecto reafirmante y antioxidante para una piel luminosa y con tacto aterciopelado.
- Nutrición profunda y elasticidad duradera, reforzando la barrera cutánea.
- Prevención de estrías y mejora visible de cicatrices.
- Mayor firmeza (hasta un 21 % más tras 84 días de uso*).
Aplica el aceite sobre la piel ligeramente húmeda, con movimientos suaves y circulares. Usado junto a tu crema antiestrías, multiplica los beneficios: la crema refuerza, el aceite protege. Juntos crean una rutina diaria que hidrata, nutre y mantiene la piel flexible durante todo el embarazo.
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Cuidar tu piel es cuidar la historia de tu cuerpo

El cuerpo cambia, se adapta y se expande para dar vida. Y en ese proceso, la piel puede dejar huellas… pero también deja historia. Las estrías no son imperfecciones, son la prueba visible de tu fortaleza, de tu capacidad de crear y transformar.
Cuidarte no es esconderlas, es honrar todo lo que tu piel ha hecho por ti.
Porque detrás de cada línea hay una mujer valiente, poderosa y única.
Artículo escrito y revisado por:
Belinda es periodista y copywriter creativa. Tras años de experiencia, decidió fusionar sus habilidades de escritura con su amor por el skincare, convirtiéndose en una especialista en la materia. ¿Su imprescindible? Un buen bálsamo de labios.

