Los fotoprotectores ISDIN de uso diario combinan de manera óptima una protección UV, una excelente tolerancia en la piel y un reducido impacto ambiental.
A la hora de escoger un fotoprotector de uso diario tan importante es conocer cuáles son las necesidades de nuestra piel como tener en cuenta dónde y cuándo vamos a utilizarlo.
Fotoprotector ISDIN Fusion Water y Fotoprotector ISDIN Fusion Water Urban se adaptan no solamente a tu tipo de piel, sino también a tu estilo de vida.
Exponernos al sol intenso durante largos períodos de tiempo como cuando hacemos deporte, disfrutamos del verano, trabajamos al aire libre o damos largos paseos, supone un elevado riesgo para la piel y puede producir quemaduras solares, producidas principalmente por la radiación UVB. El nuevo Fusion Water con fórmula mejorada será tu mejor aliado en estas situaciones.
La radiación solar UVA y Luz Azul a la que estamos expuestos diariamente en la ciudad se suma al impacto negativo que tiene la polución en nuestra piel, favoreciendo la aparición de hiperpigmentaciones o manchas y su envejecimiento prematuro, conocido como fotoenvejecimiento. El nuevo Fusion Water Urban será tu mejor opción para prevenirlo.
La radiación solar no es el único causante del fotoenvejecimiento. Factores como la contaminación atmosférica y la polución también se relacionan con el envejecimiento prematuro de la piel. ¿Quieres saber cómo? ¡Sigue leyendo!
La luz solar está compuesta por ondas electromagnéticas que conforman el espectro electromagnético del sol y se dividen según su longitud de onda y su frecuencia.
Hay varias radiaciones del espectro solar que llegan a la tierra, entre ellas: las radiaciones ultravioletas (UV). Estas radiaciones pueden ser Ultravioleta A (UVA); Ultravioleta B (UVB); y Ultravioleta C (UVC). Esta última no llega a atravesar la atmósfera y por lo tanto nos centraremos en las dos que sí llegan a nuestra piel: la radiación UVB y UVA.
La radiación UVB atraviesa la atmósfera en un 5% y es la principal causante de los daños a corto plazo, como la quemadura solar, el bronceado y también de la mayoría de cánceres de piel.
Esta radiación es más variable e inestable durante el año que la radiación UVA, en verano tiene un índice más alto que en invierno, y no llega a atravesar los cristales, por lo tanto, solo nos llega cuando estamos en el exterior.
La radiación UVA atraviesa la atmósfera en un 35% y es responsable de los daños a largo plazo, como el fotoenvejecimiento de la piel, la hiperpigmentación, la inmunosupresión, el bronceado duradero y el cáncer de piel.
Esta radiación es mucho más estable durante todo el año y sí atraviesa los cristales, llegando a nuestra piel cuando estamos trabajando en la oficina o conduciendo.
La luz azul forma parte de la radiación visible del espectro electromagnético del sol y, al igual que la radiación UVA, también es capaz de atravesar los cristales. Es la culpable de pigmentaciones más intensas y prolongadas, sobre todo en fototipos altos.
- En la tierra viven más de 7,300 millones de personas y el 54% de ellas viven en áreas urbanas.
- Se emiten 34.500 millones de toneladas de CO2.
- Actualmente hay 1.200 millones de coches.
- Cada día se fuman unos 11.000 millones de cigarrillos.
¿Qué efectos tiene la polución en la piel? La exposición a la contaminación ambiental está relacionada con el envejecimiento prematuro de la piel y a un 25% de aumento de hiperpigmentaciones o manchas. La polución producida por los vehículos, las industrias y el humo de los cigarrillos emite unas partículas muy pequeñas (Particulate Matters) que se incrustan en las capas superficiales de la piel, provocando la liberación de hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs), estrés oxidativo y alterando la expresión génica de algunas células relevantes para el envejecimiento y la pigmentación de la piel.
Signos de envejecimiento de la piel asociados a la contaminación:
- Piel deshidratada y con mayor pérdida transepidérmica de agua. - Enrojecimiento. - Hipersensibilidad. - Inflamación e hiperpigmentaciones que vuelven gris la piel. - Reducción de los niveles de colágeno y elastina, propiciando la formación de arrugas en la piel - Estimulación de la melanina provocando cambios en el tono de la piel (melasma).