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Cuidado facial


¿Cuáles son los mejores productos para el cuidado del rostro? 

El cuidado de la piel del rostro se debe personalizar. Cada persona tiene sus preferencias y necesidades. Por eso, los mejores productos de cuidado facial son los que mejor se adaptan a factores tan diversos como tu tipo de piel, tu edad o incluso tus gustos.

Lo primero que tienes que hacer para elegir tus productos de cuidado facial es conocer tu tipo de piel. Saber si tienes piel normal, piel seca, piel mixta, piel grasa o piel sensible es fundamental para establecer una rutina realmente eficiente.

¿Ya has identificado tu tipo de piel? Perfecto. Ahora toca valorar aspectos como la edad o preocupaciones como la sequedad cutánea, las arrugas o el tono desigual. Encontrarás formulaciones que cubren necesidades muy específicas y otras de espectro más amplio, por lo que podrás configurar tu rutina en función de lo que tu piel demande en cada momento.

 

¿Qué necesitas para mantener un buen cuidado facial? 

Tu piel tiene 3 necesidades elementales: limpieza, hidratación y fotoprotección. Sobre esta base podrás establecer una rutina eficaz con diferentes productos según tus gustos y necesidades.

La limpieza es el primer paso, fundamental en una buena rutina de cuidado para el rostro. Aplica un limpiador facial por la mañana y por la noche para eliminar la suciedad que se va acumulando en la piel y dejar tu rostro libre de impurezas.

A continuación, utiliza productos hidratantes y antioxidantes específicos y adaptados a tu tipo de piel para mantenerla hidratada y luminosa. Por último, mantén tu rostro protegido de la radiación UVB/UVA con protectores solares de SPF alto que te ayuden a prevenir el fotoenvejecimiento.

 

¿Cómo empezar una rutina de cuidado facial? 

La rutina de cuidado facial tiene una secuencia clara. Ponerla en marcha es así de sencillo:

Limpieza: elimina los residuos con un limpiador facial que limpie la piel en profundidad.

Sérum: potencia tu rutina con un sérum que revitalice tu piel y la proteja del daño oxidativo.

Contorno de ojos: es la zona con la piel más fina del rostro, cuídala con un producto específico e ilumina tu mirada.

Hidratación: aplica una crema hidratante que se adapte a tu tipo de piel y a sus necesidades.

Fotoprotección: protege tu piel del fotoenvejecimiento y del  daño oxidativo ocasionado por la radiación solar con un fotoprotector de alto SPF.

Maquillaje: si quieres, aplica una cobertura confortable que unifique el tono de tu piel y disimule posibles imperfecciones.

Ya tienes el punto de partida. Ahora puedes ir probando diferentes soluciones según las necesidades que tengas en cada momento. La piel cambia y tus gustos y preferencias también pueden cambiar. ¡Nada mejor que tener una rutina bien estructurada pero abierta a nuevos retos!