Piel sensible

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La piel sensible se caracteriza por ser seca o extremadamente seca, muy delicada y más susceptible a estímulos externos. 

La piel sensible es común durante la infancia y tiende a disminuir con el tiempo. En la mayoría de los casos, aparece durante el primer año de vida y puede resecar la piel del bebé. Esta circunstancia suele mejorar hasta la adolescencia, aunque es cada vez más frecuente que persista en la edad adulta.

<p>La piel sensible se caracteriza por ser seca o extremadamente seca, muy delicada y más susceptible a estímulos externos.&nbsp;</p><p>La piel sensible es común durante la infancia y tiende a disminuir con el tiempo. En la mayoría de los casos, aparece durante el primer año de vida y puede resecar la piel del bebé. Esta circunstancia suele mejorar hasta la adolescencia, aunque es cada vez más frecuente que persista en la edad adulta.</p>

¿Cómo se puede cuidar la piel sensible?

<p>Si tienes piel sensible, es fundamental que consultes a tu dermatólogo o pediatra para determinar los cuidados más adecuados según el estado de tu piel. </p><p>Los hábitos diarios son esenciales e indispensables para mitigar el ciclo vicioso de la piel sensible. </p><ul><li>Durante el baño: es recomendable utilizar geles de baño formulados específicamente para piel seca y sensible y evitar así la sequedad. Opta por baños cortos con agua tibia en lugar de caliente. Además, evita frotar la piel con esponjas para no dañar la barrera cutánea.</li><li>Durante el secado posterior: es crucial evitar la fricción con la toalla. Seca la piel con una toalla de algodón mediante pequeños toques, sin frotar. Asegúrate de secar bien cada zona del cuerpo para evitar el exceso de humedad.</li><li>Hidratación diaria: aplicar una crema o loción hidratante específica para piel sensible. Puedes reaplicar la crema tantas veces como sea necesario, aunque generalmente se recomienda hacerlo por la mañana y por la noche.</li><li>Evita las fibras sintéticas: en su lugar, elige prendas hechas de fibras naturales como lino y algodón.</li><li>Utiliza un detergente suave para lavar la ropa.</li><li>Intenta minimizar la exposición a alérgenos ambientales: los ácaros del polvo, las alfombras y la ropa de cama pueden ser perjudiciales para la piel, al igual que la exposición al humo del tabaco.</li><li>Precauciones en verano: ten cuidado con el cloro de las piscinas, ya que puede aumentar la sequedad de la piel. Recuerda también la importancia de usar protector solar: aunque el sol en dosis moderadas y el agua de mar pueden ser beneficiosos, es esencial protegerse adecuadamente de la radiación solar.</li></ul>

¿Cuáles son los signos de la piel sensible?

<p>Las molestias&nbsp; de la piel sensible pueden diferir entre individuos, pero los más habituales incluyen sequedad, sensación de incomodidad, especialmente durante la noche</p>

¿Existen productos formulados específicamente para la piel sensible?

<p>Hay líneas de productos diseñadas específicamente para cuidar y protegerla piel sensible, que abarcan geles de ducha, cremas emolientes y lociones hidratantes. </p><p> No obstante, antes de incorporar estos productos a tu rutina, es fundamental que consultes a un dermatólogo, quien podrá recomendarte el cuidado y abordaje más adecuado para tu situación particular.</p>