Los niños tienen una piel mucho más sensible a la radiación solar que la de los adultos, especialmente la de los niños más pequeños y los bebés. A la hora de escoger el mejor fotoprotector para ellos, hay que tener en cuenta aspectos como su edad, su fototipo de piel, lo activos que sean, el tiempo que vayan a estar al aire libre o la intensidad de radiación solar a las que van a estar sometidos.

Como norma general, se recomienda escoger protectores solares de alta o muy alta fotoprotección, con SPF 50 o SPF 50+, y que estén específicamente formulados para la piel delicada de niños y bebés.

También es conveniente buscar texturas agradables que se absorban de forma rápida, sean resistentes al agua y no dejen residuo graso.

Ten en cuenta que las texturas en crema suelen ser más untuosas y las texturas en gel más ligeras y frescas. También puedes encontrar texturas en spray, una opción a tener en cuenta para los niños y bebés por su facilidad de aplicación.