La piel de la cara manifiesta en ocasiones alteraciones en su textura y apariencia, formando imperfecciones que le hacen perder la uniformidad. Las más habituales son las que presenta la piel con tendencia acneica con la aparición de puntos negros, granos o espinillas, y que pueden desembocar en cicatrices o hiperpigmentaciones. Las imperfecciones en la piel pueden aparecer por los siguientes motivos:

• Piel grasa con tendencia acneica: es habitual que presente brillos, granos o comedones, ocasionados por una producción excesiva de sebo. A veces, los comedones pueden infectarse o inflamarse, especialmente si se manipulan, provocando marcas permanentes en la piel.
• Granos: se generan debido a obstrucciones en los poros por el exceso de sebo y el cúmulo de células muertas.
• Puntos negros: aparecen por una producción de grasa excesiva y una aglomeración de células muertas en el poro; su color negro se debe a la oxidación de la melanina en contacto con el aire
• Manchas: tienden a ocasionarse por hiperpigmentaciones de la piel, principalmente causada por un exceso de exposición a la radiación UV sin la suficiente fotoprotección.

Las imperfecciones en la piel pueden tener consecuencias de menor o mayor importancia. Lo más eficaz es prevenirlas con productos adaptados a las necesidades de cada persona y hábitos de cuidado de la piel, como una buena higiene facial y fotoprotección diaria.
Es recomendable también consultar a un dermatólogo, especialmente cuando los problemas con manchas e imperfecciones cutáneas son recurrentes.