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¿Cómo cuidar la piel de mi bebé?

La piel del bebé es hasta diez veces más fina y delicada que la de un adulto. Además, la piel del bebé aún no ha desarrollado la función barrera que la protege de los agentes externos. 

Por estas razones, es interesante cuidarla con productos que la mantengan hidratada y eviten, en la medida de lo posible, las posibles irritaciones. Los productos para niños y bebés de ISDIN se han formulado para minimizar el riesgo de alergia, están testados dermatológicamente y formulados con un pH neutro para mantener el equilibrio adecuado de la piel de tu bebé. 

Además de la higiene diaria y la protección con una crema o loción hidratante después del baño, estos consejos pueden ayudarte a cuidar la piel de tu bebé: 

  1. Presta atención a la zona del pañal - como por ejemplo las nalgas o las que más en contacto están con el pañal. Estas áreas son las más propensas a presentar irritaciones o rojeces por el contacto directo con la orina, las heces o el roce directo con el pañal. 
  2. Cuida también las uñas - córtalas regularmente para evitar que el bebé pueda arañarse accidentalmente. 
  3. Cuidado con el sol - por la delicadeza de su piel, no es recomendable exponer a los bebés a la radiación solar antes de los seis meses. 

¿Y la piel de un niño? 

A medida que el niño va creciendo es recomendable aprovechar para enseñarle cómo mantener una correcta higiene y cuidado de la piel. 

Procura que la higiene se lleve a cabo mediante baños breves, con agua tibia y limpiadores no agresivos que respeten el manto de hidratación de la piel. Asimismo, es también recomendable evitar el uso de esponjas muy agresivas con la piel: lo ideal es dar un suave masaje con el gel de baño, sin friccionar la piel. Después del baño, recuerda aplicar una crema o loción hidratante para niños. 

A medida que el niño va creciendo es normal que tienda a ensuciarse más, sobre todo durante los momentos de juego. Lavar las manos frecuentemente es una buena manera de mantener a raya los gérmenes, la suciedad y los microorganismos, que podrían provocar contaminaciones accidentales. 

A partir de los seis meses es recomendable aplicar protector solar a los bebés y niños que vayan a exponerse al sol. Sobre todo en los bebés, la producción de melanina (el pigmento que protege a la piel) es mucho más limitada que en los adultos, por lo que debes tener un especial cuidado ante la radiación UVA/UVB. 

Durante los primeros años de vida es muy común la aparición de problemas cutáneos como la dermatitis atópica. A menudo, estos son producidos por cambios climáticos, la falta de hidratación de la piel u otros factores. Es importante estar pendiente de la piel del niño para controlar la aparición de rojeces, irritación o manchas. Y, si aparecen, te recomendamos que consultes con tu pediatra. 

¿Cuándo puedo empezar a aplicar productos de cuidado en la piel de un bebé?

¡Puedes aplicar cremas o lociones hidratantes en la piel de tu bebé desde la primera semana de vida! 

Debes tener en cuenta que la piel del recién nacido es la más sensible. Elige productos hidratantes formulados específicamente para la piel de niños y bebés.

¿Cómo elegir los productos para hidratar la piel de mi bebé?

Existen diferentes texturas para cuidar la piel del bebé: cremas, lociones o aceites. ¡Puedes elegir la que mejor se adapte a tu pequeño o consultar a tu pediatra para que te aconseje! 

Las cremas son una emulsión de agua y aceite que crea una película protectora en la piel del bebé para mantener la hidratación y protegerla de los agentes externos. Las lociones son también una emulsión de agua y aceite, pero con menos cantidad de aceite. Por eso su textura es más líquida y se absorbe más rápidamente, sin dejar residuo. Los aceites son interesantes para restablecer el nivel de lípidos de la piel, sobre todo cuando el bebé es todavía muy pequeño, ya que cuenta con menos glándulas sebáceas que la piel adulta. 

¿Cómo bañar a mi bebé?

El baño del bebé tiene que ser muy respetuoso con su piel: elige los productos adecuados para ello. Además, te damos algunos consejos para que te sea más fácil bañar a tu bebé: 

  1. Usa agua tibia - de manera que el bebé no sienta ni frío ni calor en el agua
  2. Intenta no llevar joyas ni relojes durante el baño - para evitar heridas o arañazos en la piel del bebé 
  3. Sujeta al bebé siempre de manera firme y segura 
  4. Presta atención en el lavado de los genitales - en las niñas hazlo de adelante hacia atrás, sin separar los labios vaginales. 
  5. Al terminar, cubre totalmente al bebé con una toalla - también la cabeza. 
  6. Procura no dejar nunca a tu bebé desatendido durante la hora del baño - para evitar accidentes. 

No es necesario que bañes a tu bebé cada día: piensa que los bebés no están tan en contacto con la suciedad ni los agentes externos, con lo que puedes completar los baños con una limpieza regular con un paño húmedo.